Don Gong ya es historia. La falla de dos metros de altura que ha protagonizado este año los diferentes actos del Carnaval Musical de Guardo en su decimoquinta edición (con distintivo propio, la fiesta lleva celebrándose de manera ininterrumpida desde 1988) ardió pasto de las llamas en la plaza del Ayuntamiento al finalizar el Desfile del Entierro Musical.

El desfile partió de la plaza de Santa Bárbara presidido por un cortejo fúnebre, en el que no faltaron las sufridas plañideras y al que también asistió el personaje del obispo para presidir el sepelio del  malogrado instrumento.

Un fin de fiesta agridulce, pues  concluyen unos días en los que olvidar rutinas y obligaciones, pero también con la satisfacción de haber recuperado poco a poco la normalidad. Y es que en la localidad minera es este el principal elemento distintivo, lo que dota a la fiesta en honor a Don Carnal del municipio norteño de identidad y carácter propio.

Guardo despide a un Don Gong envuelto en llamas

El desfile contó con la participación de una decena de grupos como la Asociación Cultural Barrio Barruelo, la Fundación Personas, el Club de Entibadores Palentinos o alumnos de los colegios de la villa. Sin embargo, los protagonistas indiscutibles fueron los alumnos y profesores de la Escuela de Música, Danza, Teatro y Artes Plásticas del municipio minero, metidos en la piel de ciudadanos del gigante chino, país al que dedicaron  la programación cultural de estos carnavales.

No faltaron tampoco las letanías, a modo de coplillas con los temas más candentes de la actualidad local. Unas breves palabras que dieron paso, finalmente, a la quema de Don Gong y a una colección de fuegos artificiales con la que Guardo cierra un Carnaval único en la provincia que es posible gracias al esfuerzo de AMGu y el impulso del Consistorio.

Destacar, por otra parte, que este año no hubo concurso de disfraces, al considerar el Ayuntamiento que aún no era el momento de este tipo de convocatorias.