«Dedicarme al humor ha sido más bien una carambola»

Ismael Martín
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Ángel Martín llega al Teatro Ortega con su espectáculo 103 Noches, un monólogo elaborado en el confinamiento

«Dedicarme al humor ha sido más bien una carambola»

El Teatro Ortega celebra las fiestas de San Antolín con diferentes actividades teatrales. Los actos comienzan hoy, a las 19 horas, con Ángel Martín. 

El cómico visita la capital con su espectáculo 103 noches,work in progress en desarrollo, un monólogo elaborado durante el largo confinamiento, tras esas 103 noches recluido consigo mismo; sin ninguna distracción; donde ha podido pensar largo y tendido sobre absolutamente todo; en las que ha puesto toda su atención en prestar atención a cómo somos y que han servido para tomar una de las decisiones más importantes que ha tomado nunca. 

¿Como fueron sus inicios en el mundo del espectáculo?

Dedicarme al humor ha sido básicamente una carambola. Estaba estudiando interpretación. Se puede decir que fue de rebote porque Paramount Comedy estaba empezando con el proyecto de Nuevos Cómicos y buscaba monologuistas en Barcelona para probar y generar material. En la escuela de interpretación donde estaba estudiando nos propusieron escribir un texto. Yo lo hice logrando que le interesase a la persona que llevaba nuevos cómicos. A partir de ahí empecé a escribir monólogos.  De esto hará unos 22 años. 

¿De donde viene su faceta de humor?

De ningún sitio. De trabajar mucho y básicamente de escribir y aprender de otros. Nunca he sido el gracioso. 

¿Cuáles son las rasgos característicos de su humor?

Hablar única y exclusivamente de cosas que has vivido y conoces. A muy grandes rasgos es eso, hablar de verdad. Destacar que para mí el humor es un estado de ánimo, que consiste en reconfigurar las cosas para tratar de verlas desde un lugar distinto al que se verían de forma más habitual. 

¿Cómo es la preparación para sus monólogos?

Generalmente soy de los que lleva el texto trabajado, estudiado y probado. No puedes permitirte el lujo de que la gente pague una entrada por ver tu espectáculo y arriesgarte a que lo que estás haciendo no sea un buen material. Luego si surge algo muy imprevisto das cabida a la improvisación porque si es algo destacado no puedes pasarlo por alto. Por ejemplo, de repente estás actuando y se cae un foco sería raro que fingieras que no se ha caído. 

¿En qué consiste su show?

Mis monólogos siguen el formato stand up, unas reglas básicas de hacer comedia. En mi caso lo fundamento en experiencias personales a lo largo de los años y reflexiones sobre el ser humano.  

¿Cómo fue el proceso de creación de 103 noches?

Notas que llega una situación que socialmente nos ha tocado a todos como es encerrarte en casa 103 noches sin poder hacer nada porque respirar significa morir. Entonces empiezas a escribir material nuevo tratando de generar un espectáculo relacionado con eso, de reflexionar y de darle un punto de vista. 

El proceso es el mismo que para el resto de monólogos: sentarse, escribir, probar todo el material, volver a trabajar sobre aquello que no se ha entendido demasiado, etc. Al final son horas de trabajo, más de las que alguien se puede imaginar.

 ¿Con qué se queda de todos estos años que lleva dedicándose al humor?

Con infinidad de cosas. No hay una sola cosa que pueda destacar. Probablemente el hecho de haber conseguido vivir de la comedia. El esfuerzo de dedicar 22 años a esto picando piedra y que te permita vivir de tu espectáculo.  

¿Además de los monólogos realiza más actividades?

Tengo proyectos en redes sociales, acabo de publicar un libro y he hecho televisión, teatro y musicales. Probablemente los monólogos son los que más me han marcado porque son los que llevan más tiempo conmigo. 

Hábleme un poco sobre su libro Por si las voces vuelven

Sufrí un brote psicótico en 2017 y estuve ingresado dos semanas en un psiquiátrico. Cuando salí pensé que la vida se había roto y que sería incapaz de remontar. Sin embargo, en el momento en el que surgió la oportunidad, escribí este libro, que no encontré cuando lo necesitaba, por si a  alguien le servía de algo conocer mi experiencia.