Existía la duda antes del inicio del pleno celebrado ayer, de por qué el equipo de Gobierno de Mario Simón llevaba su borrador de presupuestos -112.389.856,57 euros- a una votación que sabía que, salvo caso flagrante de transfuguismo, tenía perdida. Cuando los 12 concejales del Partido Popular y de Ciudadanos dieron su sí, y los 13 de Vox, Ganemos y el PSOE su no, las piezas encajaron. Mario Simón tomó la palabra para anunciar que «ante una negativa a los presupuestos por parte de la oposición» convocaba para mañana, a las 8 horas, un pleno extraordinario con un único punto del orden del día: una cuestión de confianza vinculada a la aprobación de los presupuestos. 

La cuestión de confianza es una herramienta que ofrece a los alcaldes la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General para forzar la aprobación o modificación de cuestiones importantes:los presupuestos anuales, el reglamento orgánico, las ordenanzas fiscales o la aprobación que ponga fin a la tramitación de los instrumentos de planeamiento general de ámbito municipal.

El requisito para presentarla, y eso explica la convocatoria de la sesión de ayer, es que la propuesta haya sido debatida y no aprobada por el pleno. Esta herramienta funciona de la siguiente manera: los 25 ediles asistirán mañana a un pleno extraordinario y urgente en el que votarán si mantienen su confianza en la gestión de Mario Simón.

Si gana el sí, la cuestión de confianza se aprueba y, con ello, de forma automática, el presupuesto. Si Simón pierde, se abre un plazo de 30 días para que la oposición arme una moción de censura contra él que deberá ser propuesta, al menos, por la mayoría absoluta de los ediles de la Corporación y que tiene que incluir un candidato a la alcaldía de entre todos ellos. Si Vox, Ganemos y el PSOE no construyen esa moción de censura en el plazo de un mes, los presupuestos quedarán automáticamente aprobados el 25 de marzo. 

las razones. Mañana será la primera vez en la historia democrática del Ayuntamiento que un alcalde recurre a esta herramienta, y para Mario Simón, los motivos están más que claros. «El equipo de Gobierno ha presentado los presupuestos que necesita Palencia, unas inversiones que son buenas para la ciudad porque generan empleo y crecimiento económico; mejoran las opciones turísticas de la ciudad, crean las infraestructuras que necesitamos y solucionan de una vez por todas el problema de la calle Jardines».

«Si la oposición no nos deja trabajar, si no está dispuesta a negociar y a llegar a acuerdos y si antepone sus intereses políticos al de la ciudadanía, yo no puedo tener un Ayuntamiento maniatado. Aquí tienen el sillón a su disposición y alcance», sentenció Mario Simón.

La vía de la cuestión de confianza era la salida lógica que le quedaba al primer edil. Durante las últimas semanas, especialmente desde que terminaron las elecciones autonómicas, Simón ha insistido en varias ocasiones en la importancia de este presupuesto.

«Palencia no puede esperar más; ni los fondos europeos ni el desarrollo de los programas Edusi o las propuestas de ciudad como La Tejera, el plan director de los cerros, o la mejora de las escuelas infantiles y de los parques. ¿Por qué se quiere obstaculizar el presupuesto más grande que ha tenido la ciudad y no dejar trabajar al alcalde y su equipo de Gobierno?», preguntó Mario Simón a la oposición.

Sobre todo, lo que para el regidor no puede esperar más es cumplir con la sentencia de la calle Jardines. «Llevamos más de un año trabajando; desde luego no es la única solución, pero económicamente es mucho mejor que cualquier otra, y jurídica y normativamente, es la única que tiene el respaldo de los técnicos de ambas instituciones», argumentó.

Por ese motivo, la cuestión de confianza está ligada al presupuesto y, también, a la solución diseñada por el equipo de Gobierno para la calle Jardines, y que pasa por el pago de 26,7 millones de euros del préstamo del Fondo Estatal de Financiación a Entidades Locales y por el desarrollo de una programa de inversiones y venta de suelo que permita, prácticamente, liquidar el grueso de la deuda este mismo año. Esa es la explicación de que Cs y el PP se negasen a separar de las cuentas la solución al conflicto judicial como le solicitaron ayer Vox y el PSOE.

dirigida a vox. Con estos argumentos llegará mañana Mario Simón al pleno. También con la convicción de que cuenta con el apoyo de los ediles del Partido Popular, por lo que, antes del empezar la sesión, sumará 12 de los 13 votos necesarios para sacar adelante la cuestión de confianza.

Solo necesita uno, por eso lanzó un mensaje a la oposición: «Mañana tienen una nueva oportunidad para aprobar estos presupuestos o la opción de presentar una alternativa a la ciudadanía palentina, de demostrar que su no era motivado y que tienen objetivos y propuestas comunes para servir a Palencia». 

Una disyuntiva que, aunque Simón no lo mencionó, tiene una destinataria, la concejala de Vox, Sonia Lalanda. El alcalde reconoció que «en los últimos cuatro o cinco meses, partidos muy distintos ideológicamente como son PSOE, Ganemos y Vox, están configurando el tridente del no». 

No es ningún secreto el malestar existente en PP y Cs desde que la portavoz de Vox anunció en noviembre la dimisión de todas sus responsabilidades en la Agencia de Desarrollo Económico, la puesta en escena de la ruptura con el equipo de Gobierno, a quien le recuerdan cada ver que tienen oportunidad el compromiso adquirido en la toma de posesión de garantizar la gobernabilidad del Ayuntamiento, sobre todo cuando aprueba mociones de los otros grupos de la oposición.

Mario Simón y los otros 11 concejales de PP y Cs saben que Lalanda nunca facilitará que gobierne la izquierda; y que en el caso de que mañana vote en contra de la cuestión de confianza, no respaldará la moción de censura que haga alcaldesa a la socialista Miriam Andrés. 

Y es que las cuestiones de confianza, al igual que las mociones de censura, hay que presentarlas cuando se sabe que están ganadas. 

Sonia Lalanda. Portavoz de Vox

«Vox no favorecerá un gobierno de izquierdas y garantizará la gobernabilidad» 

Sonia Lalanda no tardó en dejar claro que su partido «no va a favorecer un gobierno de izquierdas» y que «garantizará la gobernabilidad del Ayuntamiento». Eso sí, avisó de que «Vox no asumirá un ápice de responsabilidad en la solución dada a la calle Jardines por PP y Cs que con bastante probabilidad traerá subidas de impuestos y pondrá en grave riesgo la economía municipal». «Están obsesionados en zanjar el problema de la manera más fácil para ellos pero más complicada para el futuro de las arcas municipales y del bolsillo de los palentinos: con un préstamo de 26M», aseveró Lalanda, que insistió en explorar otras opciones. «En lugar de hacer lo lógico, optan por el órdago del mecanismo de la cuestión de confianza», criticó. «Una gran decepción», finalizó.

Miriam Andrés. Portavoz del PSOE

«Vamos a votar no. Simón no nos da lecciones de responsabilidad» 

La portavoz del PSOE reconoció que tenían pensado exigir a Mario Simón que se sometiese a una cuestión de confianza. «Él mismo viene dando los argumentos para que, dada su defensa personal del presupuesto, recurriese a la última fórmula prevista por la ley», explicó Miriam Andrés, que anunció que el PSOE votará no. «Aborrecemos la manera en la que el alcalde pone la pelota en el tejado de la oposición. El PSOE no va a permitir que le dé lecciones de responsabilidad quien cogió la alcaldía con tres concejales», añadió. Para los socialistas, Simón se ha visto forzado por el PPa dar este paso, «en su pelea con Vox por ver quién la tiene más grande». Finalmente, la portavoz socialista recordó que su partido estaba dispuesto a aprobar la solución a la calle Jardines con condiciones.

Sonia Ordóñez. Portavoz de Ganemos

«Lo que se decidió fuera ha terminado por bloquear el Ayuntamiento» 

Ganemos ya planteó el 20 de diciembre que Mario Simón debería someterse a una cuestión de confianza vinculada a la falta de acuerdo sobre el presupuesto si no obtenía la mayoría necesaria para su aprobación. «Lo pusimos sobre la mesa antes que ningún otro y vemos que lo que mal empieza, mal acaba», asevera, Sonia Ordóñez. Para Ganemos está claro que «lo que se decidió fuera de la ciudad en base a intereses ajenos a los palentinos, ha acabado bloqueando el Ayuntamiento». «Los intereses de ciudad van por un lado y los politiqueos de los pasillos de Valladolid y Madrid, por otro. Debería gobernar el grupo más votado, con un diálogo abierto sobre las grandes cuestiones de la ciudad y con los palentinos que lo están pasando mal como prioridad». Votarán no.