La sección sindical de Comisiones Obreras en la factoría de Renault en Villamuriel de Cerrato pidió ayer a la Confederación General del Trabajo (CGT) que asuma la responsabilidad que tiene a la hora denunciar ante la Inspección de Trabajo los ritmos que se aplican desde la empresa en la cadena de montaje.
En este sentido, recordó que se trata de un problema que preocupa a la plantilla desde hace tiempo y que el comité de empresa tiene diferentes secretarías que, tras las últimas elecciones, se repartieron los sindicatos UGT, SCP y CGT.
«CGT ansiaba la secretaría del comité de ritmos para solucionar todos los problemas, según dijo, e incluso prometió una reunión mensual. En este comité participan todas las secciones sindicales, pero solo una de ellas ostenta la secretaría, que debe organizar el trabajo», tal y como explicó el responsable de la sección sindical de CCOO, Sergio Henche.
«Ahora CGTnos pide que demostremos con actas que había que denunciar ante la Inspección de Trabajo. Está claro que ya se comentó en el comité de empresa que las denuncias de los sindicatos de forma unitaria no sirven de nada. Por eso debía ser el comité de ritmos, el que, en nombre de todos, lo hiciera y desde CGT no se ha hecho. Y se aprobó por unanimidad», concretó Sergio Henche, en mayo de 2020 después de una primera reunión en 2019.
La secretaría de ritmos debe velar por que la velocidad de las cadenas se mantenga de acuerdo a unas directrices adecuadas para trabajadores y empresa, así como el encadenamiento de los diferentes modelos. Así, el trabajo en vehículos que requieren más esfuerzo en cada puesto se debe compensar en tareas posteriores que permitan recuperar el tiempo dedicado a mayores antes.