Campofrío, líder en bienestar animal

SPC
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En un paso más en su modelo ético de producción, la compañía cuenta con la Certificación Welfair en todas sus referencias de jamón cocido loncheado

Campofrío, líder en bienestar animal - Foto: CESAR MANSO

El consumidor actual no tiene nada que ver con el de hace unos años. Cada día que pasa existe más información disponible sobre los productos que se adquieren, y esa información está ahí porque la demandan los ciudadanos, que actualmente basan sus decisiones de compra en criterios que a finales del siglo pasado apenas empezaban a plantearse. La alimentación no escapa a estos cambios y, hoy en día, antes de elegir un producto para la despensa se tienen en cuenta muchas cosas: proximidad, huella de carbono, propiedades nutricionales… y el manejo del ganado, en el caso de alimentos de origen animal.

El bienestar animal es un concepto relativamente nuevo, pero ha tomado mucha fuerza en poco tiempo. Las exigencias éticas en ese sentido crecen y las empresas han de adaptarse. Y tienen que hacerlo para ser competitivas pero, sobre todo, por convicción. Un buen trato al ganado mejora la calidad del producto y seguramente aumente las ventas, pero, sobre todo, es lo correcto.

Campofrío es una de esas empresas y su política respecto al trato que se da a los animales es clara. Las normas que impone la Unión Europea es este campo son probablemente, las más estrictas del mundo, pero Campofrío, al igual que gran parte del sector ganadero-cárnico español, se autoimpone estándares más altos para poder ofrecer a los consumidores productos que atiendan a sus demandas, al tiempo que la compañía consolida un modelo de producción ético y sostenible.

Un excelente ejemplo de ello es que este año ha conseguido que todas sus referencias de jamón cocido loncheado cuenten con la Certificación Welfair en Bienestar Animal, el único certificado independiente basado en los referenciales Europeos Welfair Quality y AWIN, que evalúa y controla el bienestar animal en granjas y mataderos de forma exhaustiva y basada en la observación directa de los animales. Ana Hermosilla, responsable del Centro de Excelencia en Bienestar Animal de Sigma Europa (a la que pertenece Campofrío), explica que toda la cadena de suministro ha de estar certificada. Desde las granjas de madres hasta las instalaciones donde se sacrifican los animales, el control es absolutamente estricto.

Según añade Hermosilla, además de las auditorías anuales llevadas a cabo por la entidad certificadora, se realizan otras inspecciones internas que refuerzan el control. Violeta Biel es responsable de Bienestar Animal de Campofrío Frescos y, en consecuencia, la encargada de verificar que los cerdos son criados en las mejores condiciones. Tal y como aclara, los criterios para evaluar el bienestar en una granja se basan en cuatro aspectos, que son también los que se examinan para conceder la Certificación Welfair: alimentación, estado sanitario, alojamiento y comportamiento. Se trata de que los animales tengan a su disposición comida y agua suficientes; que no sufran enfermedades, lesiones ni dolores; que tengan confort térmico y espacio suficiente; y que puedan expresar un comportamiento social adecuado, con ausencia de conductas sociales negativas, presencia de conductas positivas y una adecuada interacción entre ejemplares.

Cuatro años. De hecho, Campofrío Frescos (de donde procede la materia prima para los loncheados de jamón cocido) ha obtenido durante cuatro años consecutivos la calificación de Excelente en la Certificación Welfair en Bienestar Animal. Tras analizar todos los indicadores en las auditorías externas, los resultados se comparan con los valores establecidos como aceptables por la Certificación Welfair, obteniéndose una puntuación general de la auditoria en una escala de 0 a 100.

Sometiéndose a estas inspecciones, Campofrío Frescos asegura un trato respetuoso de los cerdos que se sacrifican en sus instalaciones, a la vez que garantiza la calidad del producto, un aspecto que está directamente e inevitablemente asociado con el bienestar del animal del que procede.

 

Un paso por delante.

El Real Decreto 695/2022, de 23 de agosto, por el que se establecen medidas para el control del bienestar de los animales en los mataderos mediante la instalación de sistemas de videovigilancia, obliga a todos los mataderos a colocar cámaras en sus instalaciones para garantizar que se dispensa un trato adecuado a los animales que allí se sacrifican. Pero Campofrío Frescos se ha adelantado a esta normativa y más de un año antes de su publicación tenía ya cámaras en el matadero con el que cuenta en su planta de Burgos para asegurar un buen manejo de los animales acorde con su modelo ético de producción y asegurando de esta manera la calidad de sus productos.