Otro de los aspectos en los que incide profusamente la memoria para la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para adaptarlo a la declaración de Bien de Interés Cultural con categoría de Conjunto Histórico, es en la protección y puesta en valor de la avenida de Castilla que, además de ser un eje de movilidad fundamental en la capital, constituye la conexión entre la zona histórica de la ciudad y las zonas verdes de la ribera del río.
Las urbanistas Carmen Andrés y Llanos Masiá , autoras de la modificación, consideran «clave» que se acometa una mejora de la relación entre la ciudad y el río a través de una serie de acciones dirigidas a una transformación del carácter actual de vía rápida de la avenida de Castilla, en tanto que en la actualidad «constituye una frontera entre el casco histórico y Carrión».
Así las cosas, se proponen una serie de actuaciones lineales que se centran en la calzada, el zócalo o parte baja de los edificios y las conexiones de la avenenida con otras calles, y otras específicas para determinados espacios.
Las urbanistas creen «clave» actuar en la avenida CastillaPor ejemplo, entre las primeras está calmar el tráfico, una mayor permeabilidad peatonal, la renovación de aceras y una nueva calzada. También impulsar medidas para activar el comercio de proximidad que abre sus puertas en las partes bajas de los edificios, logrando que se relacione con el carácter de bulevar o paseo fluvial de la avenida.
Y en cuanto a las calles que desembocan en la avenida, proponen «propiciar la continuidad con zonas peatonales y espacios públicos del casco histórico, y con los puentes que cruzan el río hacia las zonas de la Isla Dos Aguas y la Dársena del Canal».
Estas medidas, explican las urbanistas, deberían complemerse con actuaciones lineales en el tratamiento de Ponce de León y la plaza Pío XII para dar continuidad al parque del Salón hacia la Isla dos Aguas, «con determinaciones para nuevas edificaciones, mejora de los alrededores del instituto Alonso Berruguete o, incluso, el hospital Río Carrión». El objetivo, detallan, es poner en valor la zona como «transición entre lo urbano y lo rural».
Además, en Allende el Río proponen la mejora del paseo Rogativas, que va del puente hasta la iglesia de Nuestra Señora de Allende el Río, de forma que recupere «el carácter de paseo para una mejor transición con el tejido natural de la isla del Sotillo y el entorno de Santa Ana».
dos actuaciones puntuales. Además, las urbanistas ven adecuado dos actuaciones puntuales que contribuirán de manera esencial al acercamiento entre el casco histórico y el río: una en el entorno de la plaza de San Miguel y otra en las naves de Obras Públicas.
Para la calle Don Miro, la propuesta consiste en hacerla peatonal, de forma que se logre la ampliación de la plaza y garantizando así la continuidad peatonal transversal en la avenida de Castilla para enlazar con la pasarela peatonal sobre el río.
Respecto al equipamiento de Obras Públicas, la propuesta pasa por el cambio de uso de las naves para desarrollar un equipamiento cultural abierto a la ciudadanía. Las urbanistan ponen como ejemplo un centro de interpretación del río a través del arte. Además, todos los aparcamientos desaparecerían y se ampliaría la acera para conseguir «un espacio público de entidad como zona de paseo vinculada al equipamiento y a la plaza de Pío XII y desembocadura del parque del Salón».