La oposición de la CHD impedirá terminar Palencia Río

Carlos H. Sanz
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El Ayuntamiento reformulará el proyecto con las exigencias de la Confederación pero perderá la financiación europea

La oposición de la CHD impedirá terminar Palencia Río

El Ayuntamiento se propuso este mandato recuperar la orilla del Carrión a través de la limpieza del cauce y el impulso a su uso social con la creación de un circuito de sendas para el paseo y miradores y una vía verde hasta Don Guarín. Una actuación dividida en cuatro fases que se agruparon bajo el nombre de Palencia Río con una inversión prevista de unos 3 millones de euros.  

Sin embargo, Palencia Río no se va a poder completar. No al menos como se planteó en el despacho de la Concejalía de Urbanismo que preside el popular Luis Fernández, el mismo al que ha llegado en las últimas semanas dos dictámenes de la Confederación Hidrográfica del Duero en los que no autoriza al Ayuntamiento llevar a cabo las dos fases que faltan por aprobar y licitar. 

Desnaturalización. Los motivos por los que la CHD no ha autorizado esta actuación en la ribera del Carrión se resumen en tres. El primero es que, según el Ayuntamiento, consideran que las actuaciones proyectadas se encuentran incluidas en su mayoría dentro de lo que se considera Dominio Público Hidráulico. Esa es la zona que la comisaría de aguas considera cauce y que se define por el valor de máxima crecida ordinaria. De esa línea imaginaria hacia el río, no se puede tocar nada. 

Por otro lado, explica Urbanismo, la CHDconsidera que la infraestructura que plantea el Ayuntamiento «es artificial y produce una desnaturalización del borde del río»; y en tercer lugar, también opina que hay una posibilidad de alterar el funcionamiento hidráulico del río e incrementar el riesgo de inundación si lo que pretendía crear el Ayuntamiento estuviese «mal ubicado o mal construido», pudiendo incrementar el riesgo de inundación.

En este punto, conviene recordar qué planes tiene o, mejor dicho, tenía el Ayuntamiento para esta zona, que abarca desde la margen izquierda el río entre Puentecillas y el parque de Marcelino Champagnat, en la avenida de Santiago Amón. 

La primera fase del proyecto se denominaba Circuito biosaludable y abarcaba desde el puente Mayor hasta el parque de Marcelino Champagnat. Consistía en crear un camino o senda peatonal al borde del río, ampliando el camino actual para separarlo del carril-bici, y en la creación de áreas estanciales, miradores sobre el cauce y rampas accesibles desde la avenida de Castilla. La inversión prevista era de 1.177.965 euros y se cofinanciaba con fondos europeos de la Edusi. 

La segunda fase se denominaba Itinerario peatonal accesible en la ribera urbana del río Carrión entre Puentecillas y el puente Mayor, y tenía un coste estimado de 865.986 euros que se iba a cofinanciar con fondos Next Generation.

«La negativa de la CHD impide a corto plazo resolver la necesidad que dio origen a este proyecto de doblar un tramo del paseo actual que es común para los peatones y ciclistas, donde surgen conflictos y quejas continuas», reconoce el concejal de Urbanismo, Luis Fernández.

¿y ahora qué? La decisión de la CHD ha sido todo un jarro de agua fría para el Ayuntamiento, que hace unos días se reunió con la comisaría de aguas para sopesar si alegan o no a la propuesta de no autorización. Desde la concejalía que preside Luis Fernández reconocen que tienen «una duda razonable» sobre el límite cartográfico que la CHD aplica para delimitar el Dominio Público Hidráulico.

Concretamente, argumentan que la realidad del terreno es otra y se remiten a los límites establecidos en el PGOU y aceptado en su día por la Confederación, que fue el que se utilizó para plantear la actuación. El problema es que delimitar al detalle dónde empieza la titularidad y competencia municipal y dónde la de la CHD exigiría gastar dinero y esfuerzos. 

Por eso, aunque el Ayuntamiento crea que los límites cartográficos actuales del DPH son «ficticios y aproximados», incluso a pesar de que existen errores en algunos puntos de la ribera, sabe que esa es la herramienta que se usa para otorgar sus permisos y no va a cambiarla, por lo que, en la práctica, no podrá ensanchar el tramo en el que el paseo es común para los peatones y ciclistas ni crear un paseo peatonal y zonas estanciales en los actuales bordes del cauce. 

El Ayuntamiento también reconoce que las obras producirán una desnaturalización del borde del río. «Es evidente que temporalmente habrá alteraciones de los hábitats fluviales y de la vegetación de ribera pero nada que el tiempo y la naturaleza no regenere en un breve periodo de tiempo», comentan desde Urbanismo.

En este punto, el Consistorio está dispuesto a trazar los paseos y carriles-bici en la Zona de Flujo Preferente en las que se permiten infraestructuras lineales paralelas al cauce. De hecho, como alternativa han planteado a la CHD trazar el paseo peatonal de madera fuera de la ribera, sustituyendo el soporte de hormigón del solado de madera, por un entrevigado anclado puntualmente al terreno, permitiendo así mayor permeabilidad de la infraestructura.

«De esta forma como estaba previsto en proyecto, renaturalizamos un poco las infraestructuras existentes, sustituyendo una parte de los paseos peatonales de hormigón por paseos de madera», comentan. 

Dado que, según el Ayuntamiento, la única alternativa autorizable por parte de los técnicos de la CHD para este trazado es que el material utilizado sea la zahorra, la Concejalía de Urbanismo reformulará el proyecto solo con las actuaciones que sean compatibles con los criterios de la CHD, complementándolos con otras mejoras y mantenimiento de los actuales paseos peatonales que bordean y cruzan el tramo urbano del río Carrión.  Eso sí, perderá la financiación de la Edusi y de NextGeneration.

«Nos hemos encontramos con una negativa general, fundamentada en directivas, criterios ambiguos y tendencias para autorizar y desautorizar sin el respaldo de una legislación contundente y precisa, que soslaya la realidad física y el contexto de las actuaciones y necesidades», opina el responsable de Urbanismo, que sostiene que la ciudad no necesita «renaturalizar el cauce del río».

«Vivir de espaldas al río ha propiciado su invasión total por parte de especies invasoras. La consecuencia es la generación de un bosque donde nunca lo hubo que invade el cauce urbano que siempre fue visible y accesible», concluye el edil.