José Javier Terán

El rincón palentino

José Javier Terán


Nuestro Cristo del Otero

16/03/2022

Pues nada, que resulta que nuestro Cristo del Otero se nos quiere hacer internacional -sí, más de lo que ya lo es-; y, por ello, se nos quiere ir a hacer las Américas; aquí donde le vemos y admiramos cada día los palentinos y quienes nos visitan.
Porque, queriendo ser conocido mucho más allá de los propios límites territoriales y sus amplios alrededores, es su deseo el poder hermanarse con el no menos famoso Cristo Redentor del Corcovado, allá en Río de Janeiro.
Y, por ello, ha mandatado al Consistorio palentino que realice los trámites necesarios con las autoridades homónimas de aquel país, para que se lleve a cabo el hermanamiento entre ambas ciudades con sus respectivos Cristos.  Trámite que esta última institución ya ha realizado.
Y ello, con el fin de propiciar un mayor impulso turístico a Palencia, tan necesitada como está de ello, y defender el valor cultural que ambos Cristos sin duda representan en el patrimonio de las dos ciudades. 
Y es que el mundo debe saber que ambos Cristos, ahí donde se les ve cada día, celebraron el pasado año nada más y nada menos que los 90 años desde su inauguración en sus respectivas ubicaciones. 
Algo que aparte de su coincidencia en el tiempo, lo que supuso que, por ejemplo, nuestro Cristo se iluminase con tal motivo con los colores de las banderas de ambos países, las características y significado de ambas esculturas van a servir para tratar de potenciar aún más internacionalmente ambos emblemas y, por lo que a nosotros respecta, tratar de proporcionar un nuevo empujón turístico a nuestra capital y nuestra provincia.
Que, como tantas veces se ha escrito, están a falta de conseguir esa enseña o símbolo definitivo que las identifique a ambas y que sea capaz de arrastrar en masa a esos visitantes de los que tanto adolecemos por aquí.
Este año, si las cosas siguen así, volveremos a recuperar esa simpática tradición de la pedrea del pan y el quesillo en las laderas del cerro del Otero, en una fiesta que está declarada de Interés Turístico Regional.  Un buen momento para resaltar una vez más la importancia de la misma y mostrarlo al mundo entero, ciudad de Río de Janeiro incluida.