Es un paseo por los templos, sí. Pero para nosotros que somos profanos en este arte que a raudales brinda nuestra provincia es, fundamentalmente, un paseo por los pueblos que lo exhiben sin saber bien el alcance y la profundidad del arte que atesoran. Ni los más versados en el arte se atreven a hablar de fechas concretas cuando no hay inscripciones ni documentos que lo avalen. 

Esta ermita es de nave única, orientada al este y rematada por un ábside semicircular, con un ventanal hacia la cabecera del muro sur. En algunas páginas consultadas coinciden en señalar que se trata de un templo rehecho, cuyas cubiertas recuerdan más a las de un refugio de montaña que a abovedas apuntadas.

La Mirada

Si resulta difícil concretar la época exacta de los edificios, cuando estos no van acompañados de sendas lápidas de consagración, no siempre debemos atenernos a las datas que expresan. En 1118 fueron consagrados los templos de Brañosera, Salcedillo y Cordovilla y, sin embargo no pueden incluirse como monumentos del siglo XII. El primero, que fue templo conservado hasta época recientísima, indicaba por su notoria sencillez, y aun su tosquedad, que correspondía a la centuria anterior. 

Iglesias románicas palentinas,

Ermita de San Roque, Brañosera - Foto: Jose Luis EstalayoPedro Rodríguez Muñoz, catedrático de Historia y director del Instituto de Astorga.

Cuaderno de anotaciones

Hay una bonita ruta que parte desde la ermita de Brañosera, pueblo bien rehabilitado, con sus fachadas de piedra y una uniformidad que muestran muy pocas localidades de la Montaña Palentina.

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