María Rodríguez recibía el viernes el homenaje municipal por su reciente medalla de plata en el Mundial sub’22 de frontenis de Tenerife, que se sumaba al oro colectivo del equipo español por selecciones nacionales.

¿Cómo valora esa medalla?

Estoy contenta porque el proceso de selección  es muy duro y complicado. Ha sido un año de mucho esfuerzo y sacrificio, compaginando entrenamientos de tanta intensidad, con la carrera y las prácticas. No estoy satisfecha del todo, porque iba a por el oro. Ya en 2015 logramos el subcampeonato, así que me ha dado un pelín de rabia. Pero México tenía un gran nivel.

¿Sabe igual este plata que la de 2015 en Palencia?

Es distinto, porque era la primera vez en un Mundial, y esta vez, con más experiencia, lo valoras más y también te das cuenta de los errores. Se ve desde otra perspectiva. Entonces el proceso para conseguir entrar en la selección fue más llevadero por la novedad y esta vez, como ya lo conocía, ha sido más duro.

¿A quién va dedicada?

Sobre todo a mis padres que me han aguantado mucho. La familia es la que lo vive de cerca. A la Federación de Castilla yLeón que siempre me ha apoyado y a Domingo Rabanal por su continuo apoyo.

¿El mejor recuerdo de esta experiencia internacional?

Poder compartir mismas sensaciones y aspiraciones con jugadores de muchos lugares. En un Mundial ves el mundo más allá de tu deporte. Y compartir experiencias con gente de otros lugares enriquece.

¿Sabía de antemano si iba a jugar el siguiente partido?

En el anterior Mundial nos lo decían el día anterior. Esta vez nos lo decían en la misma mañana del partido. Iban cambiando. No nos decían mucho, supongo que para que no le diéramos vueltas.

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