Los niños saharauis se quedan este año sin Vacaciones en paz

DP
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Este verano iban a pasar un par de meses alrededor de 4o menores a través de las dos asociaciones que operan en la provincia, a la que vienen desde hace más de veinte años

Los niños saharauis se quedan este año sin Vacaciones en paz - Foto: Sara Muniosguren

El programa Vacaciones en paz hace posible que durante dos meses,  niños saharauis de los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia) sean acogidos temporalmente por familias cada verano. Este año,  la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 ha motivado que se suspenda, y en el caso de la provincia, que unos 40 menores no se puedan desplazar hasta esta tierra, 25 de la mano de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, y 12 de la de  la Asociación Palentina con el Pueblo Saharaui.

«Lógicamente y con buena razón. Todas las provincias lo aceptamos así, pues es imposible porque no  puedes traer los niños a correr riesgos, con las dificultades que estamos teniendo aquí», comentó ayer a Diario Palentino el presidente de Amigos del Pueblo Saharaui, Jesús Merino, que explicó que se  tuvo la confirmación el día 6, tanto en la circular del Ministerio de Juventud saharaui como por el delegado saharaui de Castilla y León. «Lo veíamos venir, no nos ha sorprendido mayormente», incide, y señala que este año la asociación tenía varias familias nuevas, «y con toda ilusión, pues nos quedamos así, paralizados». «Es conveniente, no se pueden correr riesgos», insiste. Como recuerda, Amigos del Pueblo Saharaui trae niños desde 1997, cuando se creó la asociación, si bien llegaron a través del colectivo  de Valladolid,  y al año siguiente ya por su capacidad. «Con Amigos del Pueblo Saharaui han venido unos 890. Este año íbamos a superar los 900, pero no va a ser posible», afirma.

La presidenta de la Asociación Palentina con el Pueblo Saharaui, Anna Cristina Aparicio, manifiesta que iban a venir entre 10 y 12 niños -tres o cuatro nuevos-. Son 22 años  ya  y estaban a punto de empezar con las tramitaciones en la gerencia y la subdelegación del Gobierno y a preparar el programa de actividades, según explica. «Estábamos todos ya medianamente mentalizados. Vienen los niños, empiezan a mover pandemia y en los campamentos sería mortal», indica. «Tenemos toda la pena del mundo y la verdad es que nos sentimos muy tristes. Estábamos  con los preparativos y con ganas ya de ver a los niños, pero es lo que hay que hacer», apunta.

Anna Cristina Aparicio recuerda que, normalmente, los niños suelen venir en los últimos días de junio o principios de julio y se quedan dos meses. 

Asimismo se ha paralizado el  programa Madraza, que «significa escuela en los campamentos. Vienen a estudiar a España, y en verano regresan. Se había  avanzado ya la documentación  para que pudieran venir en septiembre», comenta Aparicio.

Campamentos. Jesús Merino cuenta a Diario Palentino que la situación en los campamentos es «igual que aquí, en confinamiento. En teoría, por los datos de los que se dispone, tanto a nivel administrativo y político como de otras fuentes, no  hay ningún caso de coronavirus».  «Todo el mundo está recluido en sus haimas. Se les ha prohibido lo que era consustancial, el ir de tienda en tienda tomando el té, echando la parladilla, y no es que haya toque de queda, pero la policía gubernamental saharaui está por las calles y no deja salir a nadie», expone. 

«Es más -subraya Merino-, el reparto de comida es una vez a la semana, cuando antes era a diario por productos». Además,  Argelia ha prohibido hasta el día 16 la salida y entrada, lo cual a nosotros nos hace pupa porque tenemos un cargamento preparado de paquetes con ayuda de las familias de Palencia que se manda a nuestras familias saharauis y no ha salido. Pensábamos haberlo mandado el día 21, pero hasta el día 16 no hay ningún permiso de entrada ni salida, con lo cual veremos a ver qué pasa, y es que son casi 300 kilos esperando que vengan a recogerlos», afirma. 

Las familias en los campamentos están «fastidiadas», y es que «a raíz de ponerse la situación complicada en España, varios cientos de saharauis volvieron a los territorios, y ahora se encuentran con la situación de que ni pueden volver». «Otra cosa que plantean es si posible ayudarles, y es que en breve entran en el Ramadán, otra situación que va dar dificultades; si ya andan mal de suministros con el confinamiento, cuando empiecen  a hacer plegarias y ayunos».

Por último, Merino señala que ha planteado a la Diputación y el Ayuntamiento que las ayudas para el programa Vacaciones en paz tengan otro destino.