Cuatro rutas para sentir y descubrir el patrimonio

Rubén Abad
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La Diputación organiza visitas guiadas a doce templos de Tierra de Campos y el Cerrato. Las dos primeras se adentraron ayer en Támara, Santoyo, Astudillo, Villamuriel, Dueñas y Baños

Cuatro rutas para sentir y descubrir el patrimonio - Foto: Juan Mellado

El extraordinario órgano del siglo XVIII de la iglesia de San Hipólito el Real de Tamara de Campos, la torre almenada de la parroquia de San Juan Bautista de Santoyo y el artesonado mudéjar de Santa Eugenia de Astudillo fueron algunas de las joyas en las que ayer se adentraron los primeros participantes de Palencia en cuatro rutas, una de las novedades de la oferta turística de la Diputación para Semana Santa.

El otro grupo pudo contemplar, gracias a la segunda de las rutas de la jornada inaugural, maravillas arquitectónicas como el cimborrio octogonal de Santa María la Mayor de Villamuriel de Cerrato, la riqueza artística de Santa María de la Asunción de Dueñas y el templo visigodo de San Juan de Baños de Cerrato, el más antiguo de todos.

Un aliciente más para descubrir la provincia con guías profesionales que, a juicio del diputado de Turismo, Francisco Pérez, es la excusa perfecta para visitar Palencia durante estos día de descanso. Un destino que, según señala, cumple con lo que los turistas postpandemia buscan: lugares ajenos a las masificaciones en los que poder disfrutar de la familia y los amigos al aire libre.

Santa Semana! -así ha denominado la institución provincial su programa turístico- también incluye visita al palacio provincial. La primera de ellas tuvo lugar ayer y se repetirán hoy y los días 14, 15, 16 y 17 de abril. «Tiene un interior sorprendente que muchos palentinos desconocen y ahora tienen la oportunidad de descubrir», destaca Pérez.

RECURSOS

La Diputación pone también el acento en los recursos turísticos que gestiona, entre otros las villas romanas La Olmeda y la Tejada, el castillo de los Sarmiento, la Cueva de los Franceces y los barcos turísticos del Canal de Castilla; sin olvidar el Museo Territorial Campos del Renacimiento. 

Todo ello completado con unos paisajes que fascinan y una gastronomía a la altura de los paladares más exigentes.