De Palencia a Roma. Sin ser una 'forestal muy al uso', la palentina Pilar Valbuena ubica su centro de trabajo en la capital, aunque su labor tiene un cariz internacional, lo que reafirma la tendencia del teletrabajo y sus posibilidades, ya que desempeña las funciones como oficial de Gestión de la Información en el Departamento de Monitoreo Forestal Nacional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Asegura en declaraciones a la Agencia Ical que estudió Ingeniería Técnica Forestal y de Montes en el Campus palentino de La Yutera, dentro de la UVa, aunque sus labores se orientan en aspectos algo más comunicativos, aunque sin dejar de lado los bosques y la naturaleza como tal.

Su fuerte se centra en organizar todos los datos y el conjunto de la información para «poder sacar toda la miga posible de ella», ya que se ha especializado en el ámbito del intercambio del conocimiento.

Y es que, no se dedica a la pura información, sino que la ordena, gestiona y pone a disposición para, de manera posterior, realizar gráficos, infografías, publicaciones para redes sociales o elaborar una nota de prensa, añade.

Antes de pertenecer a la FAO, comenta que, prácticamente en su totalidad de ocasiones, ha teletrabajado para diferentes empresas y entidades, tendencia que se ha mantenido con su labor para la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura, ya que su sede está en Roma (Italia), pero Valbuena realiza su labor desde la capital palentina.

Defiende que se puede trabajar sin ningún problema, porque otros compañeros y consultores independientes se encuentran en la misma situación, aunque en determinados momentos haya algún desplazamiento. 

«No he notado ningún impedimento ni problema por trabajar desde Palencia para la FAO. He llegado a organizar un equipo para una jornada del Congreso Mundial Forestal y estaban repartidos por los diversos continentes».

Acciones internacionales.

Se acaba trabajando en FAO sabiendo idiomas, dado que Valbuena habla castellano, inglés y francés, además de estar en un periodo de formación en chino.

Puntualiza que sus funciones se enmarcan en dos equipos de trabajo diferentes. Por un lado, en el Monitoreo Forestal Nacional, porque en España se cuenta con un inventario nacional, por lo que cada ciertos años se acude a determinados puntos fijados y se han tomado unas mediciones, pero es algo que no ocurre de manera habitual en otros países y zonas del mundo.

Valbuena subraya que sin esta información no se puede llegar a saber y analizar lo que ocurre con los bosques a nivel mundial, debido a que «se carecería de buenos datos con los que tomar decisiones».

Este equipo apoya a países para tener los mejores datos posibles y  utilizar las herramientas idóneas para analizar y conseguir esa información, además de dar formación a cada Estado. Así, se podrá saber los aumentos o disminuciones de la masa forestal, las labores de mantenimiento necesarias a aplicar o cómo mejorar el manejo de esos espacios verdes para que «sirvan de fuente de desarrollo y empleo y contribuyan al medio ambiente».

Desde este equipo multidisciplinar se apoya a más de 120 países, aunque la mayor incidencia se engloba en África, Latinoamérica y Asia, con especial atención en bosques tropicales, los cuales presentan un «riesgo elevado por la sobrexplotación». Por norma general, en Europa no existen talas ilegales de madera, porque la regulación «es muy estricta» en relación con el comercio e importación, algo que no ocurre en otras zonas, aclara a Ical.

Productos e inversiones. En segundo lugar, también está involucrada en grupo de Productos Forestales Nacionales, donde se mejora la trazabilidad de los diversos productos del ámbito, con un camino desde su origen hasta el destino final, para «garantizar que el proceso es correcto y justo en cada fase para conservar la cadena de valor».

Se tratan también el aspecto de las inversiones sostenibles, porque el sector forestal resulta muy interesante para realizar inversiones, de ahí que el Banco de Inversión Europeo está interesado en proyectos forestales, dado que tiene que justificar que un determinado porcentaje de sus acciones sean sostenibles, y «no hay nada que lo sea más que en este sector».

De esa forma, detalla que este segundo equipo de trabajo también se centra en ayudar a que los proyectos   sigan una línea correcta para que puedan lograr inversiones, como traductor entre empresas e inversores para facilitar el flujo de dinero, el cual «se multiplica en zonas con gran despoblación y problemas de desarrollo rural», asevera a Ical Pilar Valbuena.