El olivo de la paz necesita ayuda

ALBERTO ABASCAL
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El Ayuntamiento aplicará al árbol un fungicida · Fue replantado el 10 de junio de 1999 tras el desmantelamiento de la extinta pasarela ferroviaria y coincidiendo con el fin de la guerra de Kosovo

Imagen que presentaba ayer el olivo de la avenida de los Vacceos, ubicado en el barrio de San Juanillo. - Foto: Óscar Navarro

Los vecinos de la avenida de los Vacceos están preocupados por el olivo centenario que preside su zona de ajardinamiento. Parece que está enfermo y se temen que el Ayuntamiento lo deje secar, lo tale o lo someta a una poda indiscriminada sin buscar asesoramiento técnico. 

Diario Palentino, interesado por su situación, trasladó ayer esta preocupación al departamento Municipal de Medio Ambiente, quien confirmó que se habían podado las ramas de un lado del susodicho árbol que se encontraban secas, muy posiblemente debido a las heladas, y que le será aplicado, además, un tratamiento con fungicida para evitar «nuevos problemas». Asimismo, fuentes del Consistorio indicaron que se realizará un seguimiento especial «por si fuera necesario realizar cualquier otro tipo de intervención dirigida a mantenerlo en las mejores condiciones posibles».

Y es que el olivo centenario de la avenida de los Vacceos es bastante más que un simple árbol. Pese que en una placa consta que tiene 1.500 años -los expertos dudan de esta edad- pesaba 8.700 kilos, tenía cuatro metros de diámetro de base y tres metros y medio de altura cuando fue plantado un 10 de junio de 1999; lo que quiere decir que este año cumplirá 22 años asentado en el lugar. Vino desde la localidad zaragozana de Sabiñán en un transporte especial, no sin sufrir durante el camino diversos problemas de carácter burocrático. El olivo se plantó en el lugar como símbolo de la paz, en un sitio que hasta pocos meses antes se encontraba la antigua pasarela del ferrocarril, la llamada pasarela de la discordia, que trajo en jaque al equipo de Gobierno presidido entonces por Marcelo de Manuel Mortera (PP). De hecho, se llegó a crear una coordinadora ciudadana para pedir, entre otras cosas, su demolición y que llegó a liderar un buen número de protestas vecinales, que arreciaron cuando tristemente falleció una joven en un accidente ferroviario. Nadie quería la pasarela porque nadie la utilizaba. Finalmente, el pulso de la ciudadanía consiguió que esta pasara a la historia y en su lugar se construyera el paso subterráneo que hoy confluye entre la citada avenida y la plaza Pintor Díaz Caneja.

Imagen de la colocación del olivo en la avenida de los Vacceos el 10 de junio de 1999 ante un buen número de vecinos. Imagen de la colocación del olivo en la avenida de los Vacceos el 10 de junio de 1999 ante un buen número de vecinos. - Foto: CÉSAR MANSOPero volviendo al olivo, antes de recalar en Palencia había saboreado los montes de Sabiñán hasta que tres años antes de su plantación en la avenida de los Vacceos fue adquirido por la empresa Viveros Gimeno. El propietario de la firma, Ángel Gimeno, invitó al Ayuntamiento a comprar el olivo, «porque quería que estuviera en un lugar que le motivara como esta ciudad», según cuentan las crónicas de la época. «Pero como no disponía de ese dinero y mi deseo de tenerlo cerca era más fuerte que el interés económico, al final decidí donárselo», asintió.

Unas 200 personas recibieron aquel 10 de junio de 1999 al olivo de la paz, una jornada muy especial porque coincidió con el final de las hostilidades en Kosovo. «Por eso, este olivo que era para mí especial, lo es ahora mucho más porque la verdad simboliza la paz», arguyó en su momento Ángel Gimeno. El árbol en cuestión llegó a Eras del Bosque a las 22,10 minutos y 15 minutos después había sido replantado, con la ayuda de una grúa y una excavadora.

«Aquí es donde tiene que estar, porque todas las calles tienen nombres de árboles», dijo el entonces concejal de Parques y Jardines, José Antonio Maté, que precisamente fue el encargado de echar los primeros y simbólicos puñados de tierra. «Lo único que echo de menos es que se hubiera puesto iluminación en la base del olivo», reconocía ayer a este periódico José Antonio Maté. El exconcejal explicó que el olivo fue donado al Ayuntamiento para culminar la zona de ajardinamiento de la avenida después de eliminar la polémica pasarela ferroviaria. «Aprovechamos, además, la coyuntura para instalar el riego automático de la zona verde», apuntó Maté.

Ahora, el olivo de la paz parece que tiene problemas pero el Ayuntamiento ha dado su palabra de que hará lo posible para mantenerlo erguido. Los vecinos realmente suspiran por ello.