Las fiestas sobre ruedas

Jesús Hoyos
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La concentración de coches clásicos llevó ayer por las calles de Palencia modelos que, para los amantes del automóvil, destacan por su singularidad. Los Seat 600, mayoritarios

Las fiestas sobre ruedas - Foto: Sara Muniosguren

Los propietarios de las cuidadas piezas automovilísticas de museo no perdieron ayer la oportunidad de mostrar sus vehículos a los amantes de las cuatro ruedas en una nueva edición de la concentración de coches clásicos que, a pesar de la pandemia, se celebró en 2020 y ha tenido continuidad este año, llevando sus únicos modelos por la ciudad.

Los Seat 600, el vehículo más repetido, se mezclaron con otros como el Citroën DS, apodado tiburón o sapo; el Alfa Romeo Spyder, el Renault 5 o el Simca 1200.

Precisamente un 600 verde era también el más antiguo de los 37 inscritos. Es de 1969 y pertenece a Moisés, de 83 años, quien va con él a todas las concentraciones y lleva encima la maleta con la que fue a la mili hace más de 60 años.

La cifra de participantes contrasta con la de los años prepandemia, cuando se llegaba fácilmente a los 200. ¿La razón? No puede venir gente de otras provincias, solo socios de la provincia. Aun así, están «satisfechos» de que se haya podido celebrar, asegura el presidente de la Asociación de 600 y Coches Clásicos de Palencia, Ricardo García.

«Nos reunimos y echamos una parlada. Todos estamos ansiosos de vernos en situaciones como estas», prosigue García. «Cuando la cosa está normal, nos vamos por pueblos de toda Palencia y a otras provincias, igual que los de Galicia, Asturias o Andalucía solían venir aquí por San Antolín», añade.

Los participantes calentaron   motores en el aparcamiento del estadio de fútbol de la Nueva Balastera. Y es que, un año más, la concentración no pudo realizarse en el parque del Salón. A pesar de la amenaza de la lluvia, en torno a las 14 horas comenzaron un recorrido por algunas de la calles de la ciudad.

La caravana de vehículos se desplazó, entre bocinas y olor a gasolina, desde la avenida de Derechos Humanos hasta la plaza de León. A diferencia del año pasado, no pudieron intercalar el trayecto a través de la calle Mayor, ya que la Policía no lo permitió.

Continuaron el viaje por Casado del Alisal y plaza de España, por diferentes zonas, hasta llegar a la avenida de Asturias. La comitiva finalizó en la Venta Zapatones, donde los socios llenaron sus estómagos.

El más único. El Zimmer Golden Spirit de Miguel Ángel, uno de los 130 socios, destacaba por su singularidad sobre el resto. «Se trata de un coche americano importado de Estados Unidos. Es de 1976 y de su modelo se hizo una tirada de 5.000 ejemplares. En España solo hay dos o tres», explica su propietario.

El presidente recuerda que el único requisito para participar es que el vehículo tenga más de 25 años de antigüedad. Y hay más ventajas: en Palencia no se paga impuesto de circulación y los seguros se vuelven más baratos.

Los socios mantienen la ilusión intacta y esperan volver con normalidad a esta tradicional cita de las fiestas en 2022.