Paso de gigante del Club Internacional de la Amistad en su objetivo de salvar la categoría por primera vez en la historia del fútbol provincial. De momento, sale de los puestos de descenso en una categoría cuyo formato no tiene mucho sentido y en la que bajan cuatro equipos (el 25% de los participantes) y en la que suben dos conjuntos de la Comunidad de Madrid (aunque sean sextos o séptimos de su grupo de Liga Nacional).
El cuadro de Manu Gañán ha hecho de los Campos de la Amistad un fortín, aunque quizás, por las características del rival, ayer era menos conveniente que La Balastera. Y es que el Fuenlabrada parecía haber traído a Palencia a su equipo júnior de la ACB, debido a la enorme envergadura de muchos de sus jugadores. Si a ello se sumaba el fuerte viento reinante que favorecía a los madrileños en la primera parte, cada acción a balón parado era un sufrimiento local. Sin embargo, fue el CIA el que se adelantaba en el marcador gracias a una genialidad de Santi, con reverso y golpeo inmediato al balón desde fuera del área. Íker incluso tuvo la opción de marcar en una doble ocasión poco antes del descanso.
dominio visitante. Daba la impresión de que en la segunda parte, con el viento a favor, el CIA iba a sufrir menos, pero fue todo lo contrario. El Fuenlabrada, aparte de físico, maneja bien el balón y sumó ocasión tras ocasión. Entre Álex, con actuaciones brillantísimas, y los palos logró el equipo palentino dejar el portal a cero. No sin sufrimiento, eso sí. Tocó ponerse el mono de faena, apretar los dientes, pelear cada balón dividido y en ese aspecto no se le puede poner un pero al cuadro amarillo.
De hecho, ese esfuerzo pasó factura física a varios jugadores con mucho peso específico en el equipo, como el propio Santi o Viti, siendo relevados. Apretó hasta el final el Fuenlabrada, aunque pudo sentenciar en la larga prolongación Brian. El pitido final sonó como música celestial. El CIA sumó un nuevo triunfo en un 2023 que está siendo espectacular. Le quedan tres partidos en casa, ante rivales directos o de la zona media baja (Majadahonda, Hortaleza y Leonesa). El milagro es posible. Manu Gañán ha encontrado su once, su patrón de juego. El CIA sabe a lo que juega y lo más importante: se lo cree.