Diputación pide mantener el lobo como especie cinegética

Rubén Abad
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El PSOE y Cs apoyan la propuesta del PP, que cuenta con el respaldo del Consejo Agrario Provincial. Sevilla alerta de que en 2020 se registró más de un ataque semanal al ganado, más todos los que no se denuncian

Diputación pide mantener el lobo como especie cinegética

La inclusión del lobo en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lesrpe) por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico ha reabierto el viejo debate entre la convivencia de la fauna salvaje con la ganadería extensiva, principal fuente de ingreso en muchos municipios de la provincia, especialmente de la Montaña Palentina. Una medida con una gran repercusión en Palencia, donde la actividad agraria y el medio rural siguen teniendo un gran peso a nivel demográfico, económico y laboral. 


En este contexto, la Diputación aprobó en el pleno ordinario celebrado ayer instar al Gobierno de España a que mantenga el actual estatus cinegético de esta especie al norte del Duero, donde hasta ahora se viene permitiendo de modo limitado para controlar su expansión. Propuesta del equipo de Gobierno del Partido Popular, que consiguió el respaldo mayoritario de los grupo de la oposición (la bancada del Partido Socialista y los diputados de Ciudadanos), mientras que se encontró con el voto en contra de Ganemos. La iniciativa contó también con el respaldo del Consejo Agrario Provincial que se celebró tras el pleno, con la participación de las opas y de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agraria de la Universidad de Valladolid.


En el texto de la moción, defendida por el diputado de Agricultura y Desarrollo Rural, Jesús Sevilla, se afirmó que la citada inclusión del lobo como especie de protección especial no viene avalada por «los datos existentes sobre dinámica de poblaciones, área de distribución y hábitat disponible», y se considera que «el control cinegético es una herramienta necesaria para la gestión eficaz de la fauna salvaje, incluido el lobo». Más específicamente, Sevilla explicó que en el período 2015-2020 se registraron 755 ataques de lobo en la provincia, con unos daños en el sector ganadero palentino que rondan los 300.000 euros. 


Asimismo, el diputado argumentó que actualmente «no existe peligro de extinción de la especie», con  unos 200 ejemplares en una treintena de manadas en Palencia y sus zonas limítrofes, y que los cupos de caza de la especie suponen aproximadamente el 10 por ciento de su presencia, que se cubre sobradamente con la capacidad reproductiva de la especie, con camadas de tres a ocho cachorros, siempre según los datos que facilitó Sevilla en el debate de la moción.


Con la aprobación de la propuesta, la Diputación mostró su «total apoyo a los ganaderos de la provincia», así como a las organizaciones profesionales agrarias que los representan, al estimar que los ganaderos son «agentes imprescindibles en la lucha contra la despoblación para el desarrollo del medio rural», según destacó el diputado popular.


El representante socialista Jorge Ibáñez defendió que la ganadería extensiva es «clave» para el medio rural, para «luchar contra el despoblamiento» y para «conservar» la biodiversidad del territorio. «El lobo no está en peligro de extinción; en muchos pueblos de la provincia nacen más lobos que niños a lo largo del año, según afirma el Consejo General de Colegios Oficiales de Ingenieros Agrónomos», subrayó. El también alcalde de Cervera de Pisuerga dejó bien claro que «nadie en su sano juicio desea que el lobo desaparezca, sino que el número sea tal que permita la convivencia. junto al ganado, porque ambos se necesitan, se han necesitado y se necesitarán».


Por su parte, el portavoz del grupo Ciudadanos, Jorge Llanos, pidió que el Gobierno central «retome el diálogo» con las organizaciones ganaderas y la administración para «alcanzar un equilibrio» que haga «compatible» la protección del lobo con la actividad ganadera. El diputado liberal defendió la creación de un mecanismo «que cubra los daños y las pérdidas causas por los ataques» y garantice la percepción de indemnizaciones de forma «sencilla, ágil y sin dilaciones en el tiempo».


La apuesta de su homólogo en Ganemos, Eduardo Hermida, pasa por la implementación de medidas de prevención «que ayuden al sector, protejan al ganadero y que, a su vez, no haya que recurrir a la eliminación del lobo». Citó, como ejemplos, subvencionar los alimentos de los mastines, la instalación de pastores eléctricos u otras medidas que consideren los profesionales del campo «para frenar los ataques».


Tras aprobarse esta moción, la Diputación solicitará al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico que «ejerza las funciones para las que está encomendado, y que cuente con la participación del sector y de las comunidades autónomas interesadas antes de adoptar cualquier tipo de medida que afecte a sus competencias». Asimismo, la administración provincial pedirá al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación que «se posicione a favor de los intereses de los ganaderos palentinos».
En este sentido, cabe destacar que la Diputación, tal y como avanzó la presidenta, Ángeles Armisén, en la Junta de Gobierno celebrada esta misma semana, ya trabaja en la elaboración de unas alegaciones contra la decisión adoptada el 4 de febrero por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad. Entre los apoyos de dicha decisión, según subrayó la presidenta, no figuraba ninguna de las cuatro comunidades autónomas donde habita el 95 por ciento de la población española de lobo: Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria.


56 ATAQUES EN 2020

Según los datos que maneja la Diputación, en 2020 se registraron 56 ataques de lobo a ganaderías de la provincia, más de un ataque a la semana, a los que habría que sumar los que no se denuncian. Según señaló Sevilla, de prosperar esta prohibición de control cinegético, contra la que los ganaderos y organizaciones agrarias ya han mostrado su rechazo, «el número de incidentes protagonizados por lobos se disparará, como ha ocurrido al sur del Duero, donde su caza está prohibida, y han crecido los ataques más del 70 por ciento desde 2015».


Destacó, igualmente, que «existe un criterio científico, poblacional y ganadero que coincide en señalar que es suficiente la protección con la que cuenta el lobo hasta ahora, que ha de ser compatible con la actividad del sector primario de la provincia».También puso de manifiesto que la ganadería, de la que dijo que es la actividad «más importante» en muchas zonas de la provincia, permite «paliar la despoblación, conservar hábitats de gran valor ecológico, y controlar el combustible herbáceo y arbustivo». «Por estos motivos -concuyó- resulta imprescindible lograr un equilibrio entre la conservación de lobo y la de la ganadería; un equilibrio más factible en las poblaciones del norte de Castilla y León, donde la especie es cinegética».

 

La Federación de Caza rechaza la propuesta de blindar la especie
La Real Federación Española de Caza (RFEC) ha presentado alegaciones para que se paralice la inclusión del lobo como especie protegida. La RFEC argumenta que, gracias a la declaración como especie cinegética al norte del Duero y la caza sostenible, «las poblaciones se han estado expandiendo, consolidando y recolonizando territorios, demostrado así que una gestión cinegética ordenada es beneficiosa para el incremento poblacional, el equilibrio natural de la especie y la reducción de conflictos con la ganadería extensiva».


Su presidente, Manuel Gallardo, urge «constituir un foro de debate con naturalistas, ganaderos, técnicos, científicos, cazadores  y empresarios, y alcanzar decisiones consensuadas que favorezcan tanto la conservación y la expansión de la especie como la coexistencia pacífica entre ganadería y lobo ibérico».