81% de empleo con discapacidad indefinido en San Cebrián

J. Benito Iglesias
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La Fundación posee en la capital y provincia un centenar de puestos de este tipo sobre una plantilla total de 127 trabajadores

81% de empleo con discapacidad indefinido en San Cebrián - Foto: Sara Muniosguren

El 81 por ciento de las contrataciones realizadas por el Grupo Fundación San Cebrián a personas con discapacidad tiene carácter indefinido en los distintos servicios que presta en la capital y provincia, con datos de 2019. La sección de empleo, constituida por Fundación Valora2 y Empades siglo XXI, cuenta con una antigüedad de más de 30 años y su misión es la de generar puestos de trabajo de calidad para un colectivo en su mayoría con discapacidad intelectual. Esta entidad del tercer sector lo hace a través de una modalidad de empresa calificada como centro especial de empleo (CEE) de iniciativa social, es decir, sin ánimo de lucro. 

La plantilla actual la integra un total de 127 personas, de las que casi un 80 por ciento tiene discapacidad, en torno a un centenar, y de esta cantidad de trabajadores la mitad está enclavada en una situación de difícil empleabilidad. 

Una de las características del CEE se centra en  lograr un alto grado de estabilidad laboral. «De esta forma, son muchas las oportunidades y los objetivos cumplidos en los proyectos de vida de los trabajadores con discapacidad, a los que se hace un seguimiento una vez jubilados y luego pasan a realizar otras tareas que les resultan más sencillas», tal y como se indica desde Grupo San Cebrián.

81% de empleo con discapacidad indefinido en San Cebrián81% de empleo con discapacidad indefinido en San Cebrián - Foto: Sara MuniosgurenEn los datos globales del empleo que se genera para personas con discapacidad y sin ella, las cifras se han mantenido estables en el último lustro con un total 114 personas contratadas en 2015, mientras fueron 124 en 2016; en 2017 se situaron en 128; en 2018 se contabilizaron 133 y en 2019 la cifra de trabajadores se situó en 127.

alta estabilidad laboral. En cuanto al porcentaje de empleos indefinidos generados para personas con discapacidad -sobre el dato global de personal contratado- en 2015 fue del 92 por ciento; en 2016 (90,32 por ciento); en 2017 (91 por ciento); en 2018 (89,47 por ciento) y en 2019 (del 81,10 por ciento). Una de las características del CEE) es el alto grado de estabilidad laboral alcanzado en el cómputo de los últimos cinco años con una media de casi el 89% de contratos indefinidos. 

Tal y como señalan desde Grupo San Cebrián, su valor social se incrementa cuando, a través de esos apoyos para conseguir el ajuste personal y social característico en centros sociales de empleo, «se consigue que los trabajadores puedan diseñar su proyecto de vida, ya que tener hueco en el ámbito laboral es una parte fundamental de su desarrollo personal y profesional». 

81% de empleo con discapacidad indefinido en San Cebrián81% de empleo con discapacidad indefinido en San Cebrián - Foto: Sara MuniosgurenSectores de actividad. Para ello, se gestionan distintos sectores de actividad  laboral,  buscando una sostenibilidad económica que redunde en el mantenimiento y generación de puestos de trabajo para personas con discapacidad. 

A día de hoy, la sección de empleo  de la entidad social realiza actividades de hostelería y cáterin; mantenimiento y albañilería; ayuda a domicilio; manipulados auxiliares de la industria; tapicería y servicios auxiliares como conserjerías.

Estas actividades se han ido reconvirtiendo a lo largo de los más de 30 años de historia de Grupo San Cebrián para adaptarse al mercado laboral de la provincia. En líneas generales los productos de estas actividades laborales de personas con discapacidad se extienden a construcciones y reformas, posibilitando servicios de proximidad y obras de adaptación y reparaciones en domicilios; etiquetados, embolsados, retractilados para la industria; mantenimiento de áreas verdes y jardines; horticultura; y servicio de lavandería y limpieza industrial.

81% de empleo con discapacidad indefinido en San Cebrián81% de empleo con discapacidad indefinido en San Cebrián - Foto: Sara MuniosgurenAdemás se procede a la recogida, almacenamiento, y valorización aceite vegetal usado: familiar y Horeca; gestión de locales de hostelería, restauración y posibilidad de catering; servicio de ayuda apoyo a personas dependientes en su domicilio (Servidom); conserjería, recepción y aportación de guías para museos; y la realización de tapizados y retapizados de muebles para instituciones públicas y a título particular en una amplía nave de trabajo especializado. Finalmente,  en prestación de servicios  la entidad promueve enclaves laborales que permiten la contratación de personas con discapacidad intelectual en empresas ordinarias.

«Se garantiza una inclusión social completa»

La directora general de la Fundación Grupo San Cebrián, Eva del Río,  destaca que detrás de la gestión de actividades económicas que generan puestos de trabajo a través del centro especial de empleo, hay un equipo de profesionales técnicos que apoyan al personal con discapacidad que lo precisa, «De esta forma adquieren las herramientas de gestión personal y social necesarias para garantizar una inclusión en la sociedad de una forma completa a nivel laboral y personal», asevera.

Así, precisa que el CEE participa en la empresa ordinaria a través de la fórmula de enclave laboral. «Con este sistema los trabajadores con discapacidad intelectual se integran en la empresa ordinaria bajo la tutela del centro  y tienen así una buena oportunidad de demostrar a diario todas sus capacidades laborales persiguiendo un puesto de trabajo futuro en dicha empresa», apunta.

Eva del Río pone de manifiesto que en el Grupo San Cebrián hay muchaspautas para poder favorecer la inclusión de las personas con discapacidad. «Lo que en la entidad tenemos claro es que   poder acceder a un puesto de trabajo es un derecho clave para la participación real en la sociedad. Es lo que se busca, generación y mantenimiento de la actividad laboral para un colectivo de difícil empleabilidad, a través de las diferentes fórmulas de contratación,  pero especialmente a través de la generación de oportunidades de empleo como son el cumplimiento de cuotas de reserva para personas con discapacidad en las empresas de más de 50 trabajadores y sus medidas alternativas», precisa».

Cumplir la ley. En este ámbito, Eva del Río hace alusión a la reserva de empleo a personas con discapacidad y el cumplimiento de la Ley de Contratos del Sector Público que insta a las administraciones a reservar licitaciones de contratación para los CEE y empresas de inserción. «A nivel local y provincial las instituciones no se han puestos las pilas y no se vigila que cumplan con lo legislado. Es una forma de reinsertar a personas que no suelen trabajan en una empresa ordinaria. Por ejemplo, en jardineria se puede adjudicar algún lote de trabajos de este tipo para centros especiales de empleo», se lamenta.

Testimonios personales

Montserrat Pérez, con 53 años recién cumplidos, lleva y una ligera discapacidad auditiva, llegó al centro especial de empleo de Grupo San Cebrián hace cuatro años. «Estuve trabajando antes muchos años para las Hermanas Hospitalarias de San Luis cosiendo, hubo una reducción de plantilla y me despidieron. Di vueltas  hasta que eché un currículum en la Fundación y dio la  casualidad de que a otra persona que cosía la iban operar y me contrataron», concreta.

 Aunque su especialidad no era coser para un taller de tapicería, su integración laboral no fue difícil. «Me enseñaron mis compañeros y empecé con muchas ganas.. La verdad es que me gusta lo que hago en este trabajo y estoy contenta».

Su relación con los otros cuatro compañeros es muy buena. «Tenemos afortunadamente muchos encargos, hay trabajo y no nos ha faltado nunca, aunque haya temporadas donde pueda bajar un poco la actividad laboral», explica.

A nivel  personal su vida es distinta a la de otros empleados con discapacidad  de Grupo San Cebrián. «Estoy casada y tengo nietos y no me aburro para nada», apunta sonriendo, al tiempo que valora que se dé una oportunidad a quien tiene más dificultad para acceder al mundo laboral. «De no ser aquí hubiera sido complicado trabajar de lo que me gusta que es coser», concluye.

Javier Méndez, de 37 años, llegó al servicio de jardinería en 2004 y antes estuvo desempeñando otros trabajos de Garantía Social y en el centro especial de empleo gestionado por Grupo San Cebrián empezó en 2002, donde tuvo otras tareas durante periodos cortos de tiempo. «Tengo discapacidad intelectual pero más de tipo físico por un problema de espalda. De lo que hice antes me centraba más en viveros pero ahora me dedico a hacer podas, plantación y mantenimiento de jardines donde nos van surgiendo los  encargos».

En el servicio de jardinería se apoya en otros cinco compañeros y no se queja del trabajo al aire libre. «Te vas adaptando tanto al frío como al calor dependiendo de las distintas épocas del año. A nivel personal y profesional me siento útil y me gusta que se cuente conmigo. En este trabajo el hecho de que te encarguen distintas tareas y que pueda ayudar consigue que me sienta realizado e integrado en la sociedad», señala.

Javier Méndez compagina su tarea profesional con la vida compartida en un piso con dos chicos y una chica y su pasión deportiva, ya que juega al golf dentro de las actividades de ocio, con muy buen rendimiento en la Fundación Grupo San Cebrián. «En Dubai, en una competición mundial para personas con discapacidad con más de 100 personas quedé segundo en 2019 y tercero un año antes», apunta orgulloso.

Óscar Suárez, de 42 años,  trabaja como camarero en el bar-restaurante que gestiona Grupo San Cebrián en el monte El Viejo . «Llevo 15 años con distintos trabajos, como la recogida de aceite usado y jardinería. Ahora estoy desde hace un año en la hostelería y me encanta.Primero limpio cubiertos y echo una mano en la cocina pelando patatas y cebollas o lo que haga falta, para luego montar las mesas y empezar a servir comida a los clientes- Después me encargo de recoger todo cuando se termina el servicio», explica.

Respecto a su integración con el resto de personal se siente apoyado. «Hay una cocinera y una camarera que me ayudan en lo que pueda necesitar. El fin de semana es cuando más gente viene y hay clientes con lo que me llevo muy bien y valoran el trabajo que hago aquí», expone.

El trabajador con discapacidad intelectual no elude que la labor hostelera en algunos momentos supone un esfuerzo grande. «Cuando se juntan muchas comidas el ir y venir con platos es constante y trato de sacarlo adelante con esfuerzo. El lunes se cierra por descanso pero el resto de la semana se trata de dar un buen servicio a la gente que viene a disfrutar del monte», indica.Óscar Suárez se apoya en los monitores de Grupo San Cebrián en el piso tutelado donde convive con otros compañeros que también trabajan en el centro especial del empleo. «Son muy majos y nos tratan bien, nos traen la comida a casa y e intentan que estemos bien», dice.