«Queridas Sacyl y Junta... las cuentas no salen»

Rubén Abad
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Internet viraliza el mensaje de una enfermera que carga contra la falta de recursos del Sacyl. Desde su centro de salud se traslada a los consultorios con su propio vehículo. Recibe 19 céntimos por kilómetro, el mismo precio que hace 23 años

«Queridas Sacyl y Junta... las cuentas no salen»

Son las once de la mañana de un día cualquiera de invierno en la Montaña Palentina. Mónica Calderón, una enfermera de Guardo que «ama» su trabajo, su comarca y sus gentes pese a que en ocasiones se lo ponen muy difícil, llega a la pequeñísima localidad de Alba de los Cardaños (25 vecinos empadronados, según el Instituto Nacional de Estadística) tras un largo viaje al volante de su propio vehículo rodeada de nieve y con el mercurio por los suelos.

El trayecto no acaba ahí. Seguirá después en Camporredondo de Alba y de ahí deshará sus pasos hasta el municipio guardense tras pasar consulta. No aguanta más, su cabeza empieza a dar vueltas al  mensaje que compartiría en sus redes sociales horas después, al acabar la jornada laboral y que, a la postre, se convertiría en viral sin buscarlo ni pretenderlo.

«Queridas Sacyl y Junta de Castilla y León, esta mañana ejerciendo de enfermera rural para vosotras en la Montaña Palentina me he encontrado estas bucólicas imágenes [acompaña su texto con una estampa nevada y un rebaño de vacas] y me he puesto a pensar», comienza la carta abierta que ha compartido en su redes Calderón, quien se queja de que para desempeñar «este precioso trabajo» ella pone el coche y «vosotros me pagáis a 19 céntimos de euro el kilometro que hago, el mismo precio al que me lo pagabais cuando acabe la carrera hace 23 años».

LAS RUEDAS Y TODO LO DEMÁS

Pone sus propios medios de transporte, que no solo incluyen el combustible para llegar hasta el lugar más recóndito de la Montaña Palentina nieve llueva o haga frío, pues allí la esperan vecinos envejecidos y polimedicados que no tienen medios para desplazarse hasta el centro de salud. 

También de su bolsillo corren los neumáticos de invierno, los cambios de aceite, las revisiones y las reparaciones si en estos «paseos que hago en vuestro nombre tengo un accidente». «Sé que soy enfermera, no economista, pero no hace falta ser un lince para que no te salgan las cuentas», remata.

Quien escribe es Calderón, pero bien podría ser cualquier sanitario que desempeña su labor profesional en el medio rural, que adolece falta de efectivos y una sobrecarga sin precedentes para la plantilla actual. «No hay sustitutos y el resto hacemos el trabajo de los demás cuando faltan», lamenta esta enfermera con base en la Zona Básica de Salud (ZBS) de Guardo.

Con este panorama, la sanitaria se cuestiona «quién va a querer venir a trabajar aquí», haciendo referencia a zonas periféricas y con plazas de difícil cobertura como es la Montaña. «No os llevéis las manos a la cabeza el día que nos plantemos y digamos basta, que vosotros estáis sembrando lo que vais a recoger», advierte, no sin antes tachar la situación como «una tomadura de pelo».