Alar del Rey

Juan Francisco Sanjuán Benito
-

La villa nació con el Canal de Castilla y mandato del rey Carlos IV en 1791, donde luego se construirían almacenes al lado de la dársena

Alar del Rey

La villa de Alar del Rey se ubica en las estribaciones de la Cordillera Cantábrica, al norte de la provincia. Está integrada en la Mancomunidad Boedo-Ojeda. Su Ayuntamiento y término municipal también incluye las localidades y territorios de Barrio de San Vicente, Nogales de Pisuerga y San Quirce de Riopisuerga. Está habitado por una población de 910 personas, cuyo gentilicio es alarenses. Pertenece al partido judicial de Cervera de Pisuerga y dista de la capital provincial unos 68 kilómetros. Desde 2017, forma parte del Geoparque Las Loras, el primer geoparque de la Unesco en Castilla y León. 


Desconocemos la procedencia del nombre Alar, pues unos dicen que tiene origen mozárabe al ser el nombre de un predio cuyo dueño se llamaría Alarí durante los primeros siglos de la Reconquista. Otros dicen que Alar viene de Ala" o Volar; mientras que una tercera corriente dice que Alar significa percha o lazo de cerdas (trampa) para cazar conejos, liebres y perdices. Además, una cuarta opción es la que algunos autores relacionan el nombre de Alar con la alcándara en que se colocaban los azores en el ejercicio de cetrería. En cuanto al apellido del Rey indica origen y pertenencia a la corona. 


Esta comarca ya fue asentamiento de pueblos primitivos en la prehistoria, pues en 1929 se descubrió una necrópolis prehistórica en el solar de Alar del Rey con 60 sepulturas. También hay constancia de la presencia de los romanos por estas tierras, quienes crearon las primeras vías de comunicación. Así mismo, se sabe de la existencia de algún tipo de asentamiento musulmán en el cercano pueblo de Nogales, que sería destruido tras la reconquista y en cuyo solar la Orden del Cister -monjes bernardos- edificaría un convento en el siglo XV, totalmente desaparecido en la actualidad.


El año 1657, la Hacienda Real compró unos terrenos llamados La Veguilla a las monjas bernardas de San Andrés del Arroyo como lugar de cetrería real donde existían algunas casas pequeñas, y luego edificaron un molino, un batán y una pequeña casilla. 


En el año 1791, el rey Carlos IV emitió una orden para poblar el curso del Canal de Castilla que estaba en construcción, que se erigiese una puebla en el término de La Veguilla bajo el nombre de Alar del Rey y que se concediese el título de villazgo donde pronto se construirían almacenes al lado de la dársena del Canal. 


La población se fue incrementando, especialmente tras la apertura oficial del Canal de Castilla, que en 1792 inició la navegación entre Alar y Calahorra de Ribas, aumentando el comercio de esta villa en el Ramal Norte, con objeto de proporcionar una importante vía de transporte del carbón del norte palentino y los cereales y harinas castellanos embarcados en Santander para las Antillas. 


En 1835 se terminan los trabajos del Ramal Sur y en 1849 culminan las obras del Ramal de Campos, bajo el reinado de Isabel II. El 14 de diciembre de ese año comenzó oficialmente la explotación del Canal de Castilla por los siguientes 70 años por parte de la Compañía del Canal de Castilla. Desafortunadamente, el Canal de Castilla sólo tuvo actividad plena durante diez años, entre 1850 y 1860, fecha esta última en que se inauguró la línea férrea entre Valladolid y Alar del Rey, cuya vía prácticamente era paralela al canal. Esto supuso el fin útil del río artificial como ruta de transporte.


Alar del Rey volvería a ser la villa elegida para poner en marcha otro medio de transporte que haría sombra al Canal de Castilla. Fue a mediados del siglo XIX, cuando se convirtió en el punto de arranque del ferrocarril de Isabel II, del que el tramo de Alar del Rey a Reinosa fue el tercero de los que entraron en funcionamiento en España, más tarde conocido como de Alar del Rey a Santander.


En la actualidad, la economía de la localidad se basa en la actividad agropecuaria, agricultura de cereales, legumbres, huerta, ganadería de ovino y vacuno, algo de industria, explotación de piedra caliza y el turismo que atrae el Canal. 


Lugares de Interés.

La iglesia parroquial de Nuestra Señora del Carmen, la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Nogales de Pisuerga del siglo XI, la Abadía de San Quirce y la iglesia parroquial de San Vicente del siglo XII y la iglesia parroquial de San Pedro, del siglo XIII, además de la infraestructura en torno al Canal de Castilla.


Curiosidades sobre el Canal de Castilla.

En el Ramal Sur del Canal se construyeron 18 esclusas para salvar el desnivel de 54 metros. El empalme del Ramal Sur con los otros dos ramales está en Calahorra de Ribas.


 El más extenso es el Ramal de Campos, con 78 kilómetros, su desnivel es de 22 metros y tiene siete esclusas.


El Ramal de Campos termina en Medina de Rioseco. Ahí está la dársena más importante de todo el canal.


El Ramal del Norte, de 74 kilómetros de longitud, es el que mayor desnivel presenta (87 metros) y mayor cantidad de esclusas tiene (24). La cuádruple esclusa de Frómista y la Presa del Rey están situadas en el Ramal Norte.


 El Museo del Canal está situado en Villaumbrales. Ahí se exhiben restos de los astilleros en los que se construyeron y repararon las barcas que surcaban el río artificial a finales del siglo XIX.
Hay embarcaciones turísticas que cuentan con las comodidades necesarias para hacer el recorrido de manera confortable y segura. 


Alrededor del canal se puede observar charcas, bosques de ribera y humedales que albergan un rico ecosistema que le otorga gran importancia ecológica. Entre la fauna que habita la zona destacan la nutria, rata de agua, aguilucho lagunero y la garza imperial.


De interés histórico y arquitectónico, aparte del centro cultural vinculado a la obra de ingeniería están los puentes, esclusas, dársenas, acueductos, arquetas de riego, arcas, molinos, presas, almacenes y fábricas de harina.