Manto protector animal y unos versos satíricos

J. Benito Iglesias
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San Antón acoge la bendición de decenas de amimales en el tempo de San Miguel en la capital, situación que se repite enParedes y en Castromocho, donde se suma la subida a lomos de caballos la cuesta de la iglesia y también se recitan coplas

Manto protector animal y unos versos satíricos - Foto: Óscar Navarro

Fue un auténtico día de perros, pese a la salida del sol en algunos momentos, y esta especie, muy abrigada en muchos casos al igual que sus propietarios, fue la que se llevó ayer el mayor número de bendiciones bajo el  manto protector de San Antón, en una tradición festiva que se celebra con especial participación en la capital, además de en localidades como Paredes de Nava y Castromocho.

En Palencia, la iglesia de San Miguel, con el impulso de la Cofradía de San Antón, celebró una misa y reunió a la salida a decenas de palentinos con sus mascotas para ser bendecidas tras esperar en la calle con un viento desapacible y bajas temperaturas. Después llegó el reparto de panecillos en un espacio habilitado junto templo, donde el primer teniente de alcalde, Alfonso Polanco, colaboró en dichas tareas. Este año, como ocurrió el pasado, los canes de múltiples razas coparon el trabajo del párroco, que utilizó el isopo para repartir parabienes y bendecirlos ante la atenta mirada de sus dueños. 

La excepción, entre los animales de cuatro patas, la representó un gato, que ya fue el único de su especie presente en la tradición popular como en la pasada edición de San Antón. «Llevo cinco años seguidos acudiendo. Su nombre es Bayusi, supuestamente de origen japonés y regalo de un familiar  al que le encantan las costumbres e historia de este país», indica María Jesús, que no oculta su orgullo por la llamativa belleza del ejemplar. A ella se sumaron otros dos palentinos Ángel y Elena, que montaron para que fueron bendecidos dos flamantes caballos. «Se llaman Capricho y Lucho y vienen por primera vez aquí», concreta Ángel, que echó de menos que se hubiera cortado temporalmente al tráfico la zona aledaña para poder sujetar y maniobrar mejor con los corceles.

Manto protector animal y unos versos satíricos Manto protector animal y unos versos satíricos - Foto: Óscar NavarroLA CUESTA D ECASTROMOCHO. En Castromocho, uno des sus concejales, Manuel Sendino, tiró del carro para revitalizar junto a otros tantos vecinos la ancestral tradición en San Antón, que consiste en la subida a caballo de la empinada cuesta de la iglesia de Santa María. La costumbre festiva data del siglo XV y se suspendió en torno a 1950 debido al éxodo rural y la falta de aficionados que contibuyeran a mantenerla viva. 

Fue a mediados de los 80 cuando volvió, aunque la pandemia hizo que no se celebrara en 2021, y ayer se repito la escena con Manuel dando ejemplo a lomos de su corcel, acompañado de dos amazonas con sus respectivos ejemplares equinos, cuatro burros y un poni. 

Antes de ponerse a lomos de los corceles bajo el manto protector de San Antón, los caballistas entrenaron la galopada para poder coronar el pequeño montículo que da acceso al templo, donde los participantes tienen que coger carrera suficiente varios metros atrás. 

Manto protector animal y unos versos satíricos Manto protector animal y unos versos satíricos - Foto: Óscar NavarroDe forma previa, el párroco bendijo a los animales junto a la torre mudéjar del templo. «Para años sucesivos tenemos una buena cantera joven tanto de jinetes como de amazonas. En la bendición ha habido mucha participación con unos 120 animales, entre ellos numerosos perros, además gatos, tortugas gallos, corderillos, hurones, junto a los burros caballos y un poni. Luego, para mitigar el frío hemos degustado unas sopas de ajo, mistela y los productos del cerdo tras la matanza hecha un día antes», explicó a DP Manuel Sendino.

Luego llegaron las coplas satíricas en honor a San Antón que se añadieron al tinte festivo en la localidad terraca mpina. «Oh dichoso San Antón, mucho calor nos  trajiste; fue un infierno de verano. Para colmo no nevó, los pantanos están bajo mínimos y el riego se suspendió. Yo te ruego que nos traigas las nevadas, esas lluvias necesarias y también menos calor», rezaba uno de los versos leídos.

Otras coplas hicieron alusión a  aspectos relacionados con el pueblo o sus vecinos: «Nuestro río no es un río, ni siquiera es un canal; el Valdeginate es ya todo un mar. Oh bendito San Antón, hace años la ballena y este año el mejillón», molusco que el lector de las coplas utilizó luego para recordar a un familiar cercano. «A mi hermano no le mola mucho el mejillón; él es más de cerveatas; de chupito de regaliz, de chorizos y chuletas, pero con lo que más enloquece es con una buena croqueta», concluyó.

Manto protector animal y unos versos satíricos Manto protector animal y unos versos satíricos En otra localidad, Paredes de Nava, también se celebró San Antón con la bendición de una treintena de animales, sobre todo perros, pero en la que no faltaron gatos, pájaros o tortugas. 

Manto protector animal y unos versos satíricos
Manto protector animal y unos versos satíricos
Allí el párroco aludió, como otros años, al Padre Creador de todas las cosas y pidió su misericordia y compasión para los animales que acudieron a las inmediaciones de la iglesia de Santa Eulalia. A su vez, hizo otra ruego, por mediación de San Antonio Abad, el gran protector de los animales, para que no les abandone nunca, les otorgue salud, no se sientan solos y tengan siempre a su lado alguien que les cuide con cariño. También apeló a San Antonio Abad para que tenga piedad de los hombres que por ignorancia maltratan a los animales y propicie una sociedad más justa basada en el amor y la paz de todos los seres que pueblan el planeta.