Las olas de frío y de calor son especialmente sufridas por las personas más vulnerables. Con las bajadas de temperaturas, quienes viven en la calle sufren acusadamente las consecuencias. Para paliar esta situación, Cruz Roja cuenta con las Unidades de Emergencia Social (UES). Como en otros puntos, en Palencia hay voluntarios encargados de repartir entre las personas sin hogar comida caliente, ropa de abrigo  y, si fuera necesario y lo más importante para este colectivo, atención y escucha para mitigar su soledad.

El seguimiento diario que hace el voluntariado durante todo el año «no tiene precio porque hay alguien que se acuerda de ti cuando sientes que nadie te ve», afirma Manuel, uno de los usuarios que Cruz Roja atiende en Palencia y sufre las consecuencias de no tener un hogar. Como él, son más de 16.783 personas las atendidas a nivel nacional el pasado año, un número similar al del 2021, cuando se intervino con más de 16.000 personas, casi la mitad, de los cuales un 22% eran mujeres. 

Manuel, que antes de encontrarse en la calle era hostelero, agradece la visita del voluntariado en la capital. «Nos hace sentir que le preocupamos a  alguien, que te llaman por tu nombre  y te devuelven la identidad que has perdido por estar en la calle», expone. En esta línea todo es agradecimiento: «Se agradece que vengan a verte y te traigan cosas; nadie sabe lo que vale, más que el que lo sufre…es muy difícil explicarlo». 

Héroes con manta y comida caliente cuando falta un hogarManuel es atendido  por el voluntariado que forma parte del  el equipo de las UES y este se organiza en función de las personas que hay disponibles. Para esta labor nunca falta quien haga ronda  por las calles y acuda con una dieta variada que incluya un caldo o leche caliente con galletas para cenar. El recorrido es fijo y siempre a la misma hora para que las personas sin hogar sepan por dónde se pasará, ya que al vivir en la calle no existe un punto de encuentro fijo para prestar apoyo.

«Sobre todo, necesitan que alguien los escuche. Nos cuentan que han hecho en el día, y llegas a conocer por qué se encuentran en esa situación», destaca la técnico del programa Yo me protejo. Además, Cruz Roja dispone de 759 plazas en alojamientos temporales para los momentos críticos en 16 provincias, y 31 centros de día con los que poder ofrecer servicio de ducha, lavandería o comedor cuando se necesita.  En otras ocasiones, se facilita el transporte hasta plazas y alojamientos gestionados por otras entidades y administración con el mismo fin.

ATENDIDOS EN 2022. En la capital,  desde el programa Atención Integral a Personas Sin Hogar se atendió en 2022 a un total de 82 personas, cuatro mujeres y 78 hombres. La tarea la llevaron a cabo 36 personas voluntarias en la provincia. El proyecto está subvencionado por la Junta y financiado con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Las conocidas unidades de emergencia social, además de prestar la atención diaria de Cruz Roja, realizan una búsqueda directa de las personas que viven en la calle y se procede a la entrega de productos alimenticios, higiene masculina y femenina, vestuario, elementos de abrigo como mantas o sacos de dormir, material sanitario y preventivo de la covid 19, o cobertura de necesidades básicas los 365 días del año.

Héroes con manta y comida caliente cuando falta un hogarEn el caso de detectar casos susceptibles de atención más específica (sanitaria, social, etc..) se hacen las derivaciones oportunas para su correcta ayuda, disponiendo de protocolos diferenciados según el tipo de vulnerabilidad y los riesgos a los que se enfrenta, ya que no es lo mismo hablar de mujeres, personas con discapacidad o con síntomas compatibles con la covid-19. Se estudian también situaciones de violencia de género y si es preciso dar protección a la mujer ante una posible exclusión residencial. 

También existen recursos fijos destinados la reinserción de las personas sin hogar y, de manera paralela, una serie de puntos de referencia a los que pueden acudir a realizar sus demandas. Aquí, se desarrolla un trabajo más profundo de atención social, seguimiento y acompañamiento, para iniciar procesos de cambio de roles, empoderamiento, etc.  Además, desde la implantación del ingreso mínimo vital se nforma, asesora y facilitan los trámites para el acceso al mismo, así como a otras rentas o prestaciones económicas a las que pudieran tener derecho. 

 La campaña Yo me protejo surge  para toda la sociedad y, cada año, el intenso frío y las bajas temperaturas ponen en riesgo la salud de muchas personas. Se inició el  19 de diciembre y estará activa hasta finales de marzo en función de las necesidades que se consideren en cada ámbito territorial. A través de llamadas telefónicas, además de facilitar consejos, Cruz Roja trata de conocer la situación de pobreza energética y poder dar una respuesta inmediata a quienes indiquen falta de recursos para mantener la temperatura.