Savia nueva para la educación rural

David Herrero (ICAL)
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La joven palentina, Sara García, comienza a dar clases como profesora de Francés en el Instituto de Educación Secundaria Valle de Laciana, en Villablino, en la Montaña Leonesa

Savia nueva para la educación rural

Los inicios nunca fueron fáciles, pero en el caso de la palentina Sara García, los retos son pan comido para ella. Graduada en Traducción e Interpretación por la Universidad de Valladolid, la joven ha decidido seguir ligada al ámbito educativo, pero desde el lado de la pizarra, al aceptar la oportunidad que se le ha presentado como profesora de Francés en el Instituto de Educación Secundaria Valle de Laciana en Villablino, una localidad de la montaña de León. 


García explica en declaraciones a la Agencia Ical que la razón principal que la llevó a escoger esta carrera fue, sin duda alguna, «la pasión por los idiomas y la necesidad de conocer nuevas culturas», quien añade que se sumó el «deseo de conseguir una comunicación entre cualquier persona sin que exista barrera alguna». Después de estos cuatro años, realizó el Máster en Formación del Profesorado de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de idiomas en la especialidad de Francés, ya que su deseo era convertirse en docente y el Máster era un requisito.


«Desde pequeña tuve vocación por la educación. A pesar de que requiere de muchos sacrificios, también es una profesión muy gratificante. Ser docente significa sentir una enorme satisfacción al ver los progresos de los estudiantes y poder transmitir conocimientos y valores es una de las principales razones por las que decidí ser docente», aclara.


La palentina destaca que la profesión del docente «ofrece a diario distintos desafíos y experiencias», lo que hace que «no sea un trabajo monótono donde se realiza la misma tarea una y otra vez». Y es que «ser profesor permite ser un eterno estudiante, ya que cuando se enseña una materia es cuando más se aprende de ella. Un profesor enseña, pero nunca deja de aprender».


EXPERIENCIA RURAL. Sara García afirma a Ical que sintió muchos nervios al recibir la llamada telefónica con la oferta de trabajo de la plaza de profesora de francés en el instituto público leonés para todo un año completo. No era una novedad. Tras inscribirse a las Listas Dinámicas de Castilla y León, era cuestión de tiempo, ya que la lista de Francés es una de las que tiene más movimiento a la hora de las contrataciones, señala.


Sin embargo, comenta que lo «aceptó al instante, sin pensarlo dos veces». «La mejor manera de progresar y crecer tanto de forma personal como profesional es aprovechando estas oportunidades, sea el destino que sea, porque la educación está presente en cualquier lugar».


Además, aclara que ser jefa de Departamento es un reto que la entusiasma, aunque puntualiza que no lo supo hasta llegar al centro, pero era algo de esperar, ya que se trata de un Departamento unipersonal, en la que es la única profesora de Francés en el instituto.
Las zonas rurales no suelen ser las preferidas, pero en el caso de la docente palentina no es el caso. Argumenta que cada persona tiene sus preferencias, pero «este primer destino rural es una suerte». Asimismo, Villablino cuenta con dos institutos públicos, ya que se trata de la capital de la comarca leonesa de Laciana y constituye el mayor centro comercial, económico y social del noroeste de la provincia. 

 

TOMA DE CONTACTO. Puntualiza que la toma de contacto «no ha podido ser mejor» y a la carrera, pues la oferta de trabajo la recibió un viernes y el lunes tenía que estar en el destino. Aun así, traslada que sus primeros días en el instituto están siendo «inmejorables», en mayor medida gracias a los compañeros de trabajo que ayudan para que la adaptación sea mucho más llevadera. Al final, las «ganas de trabajar y de progresar favorecen este proceso», reconoce.


Sus inicios se producen en una situación compleja y complicada, ya que la educación, como cualquier otro ámbito del día a día, se ha visto afectada por la crisis sanitaria del COVID-19, tras acabar el pasado curso con una educación telemática. Por ello, García «toca madera» para que se pueda continuar de manera presencial, aspecto que «reflejaría que las cosas van mejorando».


En ese sentido, relata que la situación «está bastante controlada». Las medidas de precaución se siguen a «rajatabla» en el centro, con la toma de temperatura, desinfección de manos y objetos en la entrada y en cada aula, alfombras desinfectantes, ventilación obligatoria o pasillos con direcciones únicas. Medidas que no evitan que «el miedo esté presente, pero hay que cumplir y hacer todo lo posible para evitar nuevos contagios».


La profesora recién estrenada destaca que su principal objetivo ante el alumnado «es trasmitirles actitudes y valores y prepararles para insertarse, adaptarse y contribuir a los cambios significativos e importantes en la sociedad». Sin olvidar la trasmisión de los conocimientos para llegar a crear grandes profesionales y personas, añade.


En cuanto a la metodología, subraya que las cosas «han cambiado mucho y a mejor», al existir grandes progresos que «benefician tanto al alumnado como al profesorado en este proceso de enseñanza y aprendizaje». La evolución de la enseñanza, gracias a la incorporación de nuevas tecnologías, «es necesaria para enseñar a los niños en concordancia al modelo sociológico y tecnológico actual», apostilla.