Con un talento único para la puesta en escena, los efectos visuales, la magia y, especialmente,  hacer reír a los demás, Luis Piedrahita actúa hoy a las 20,30 horas en el Teatro Ortega, presentando Stand Up Comedy, su última producción.

¿Qué busca transmitir con este show?

Es una hora y media de stand up comedy. Es decir, de monólogos. Mi intención es que la gente se ría tanto que  vea su vida como un lugar lleno de optimismo. Una dosis necesaria de risa. La OMS está valorando que este show se incluya en el pasaporte Covid, así que, ¡ojo con perdérselo!

 Por unos instantes dejaré a un lado el frac que utilizo en el Carnagie Hall de Nueva York, apartaré los formalismos del Royal Albert Hall de Londres y me olvidaré del tutú que me obligan a llevar cuando actúo en el Bolshoi de Moscú. Ya son muchos años  actuando en fiestas de Palencia, aquí estoy entre amigos y puedo permitirme el lujo de ser yo mismo.

¿Cómo afectan las restricciones a estos eventos?

 Estos días los que acuden al teatro son héroes. La mascarillas, las normas cambiantes, los protocolos, el miedo, las distancias… todas esas molestias actúan como un filtro. La vacuna ha ayudado mucho, claro que sí. Pero todo me afecta. Me hace tomar consciencia de que ahí abajo, embozados en sus mascarillas, hay una selección minuciosa de gente excepcional. Me hace ser consciente de una responsabilidad.

¿Por qué animar al público a acudir? ¿Qué se le ofrece?

¿Por qué animarlos? Porque voy a estar muy bien. Al menos eso me han dicho. Me han comentado que voy a estar muy bien y yo no quiero perdérmelo. De hecho, fíjate lo que te digo, tengo pensado cogerme un coche e ir a verme. Y eso que yo estoy estos días en Galicia e ir hasta Palencia es un poco engorro, pero me han dicho que voy a estar tan bien que quiero verme. Vamos, que no me pierdo mi show por nada del mundo. Espero que vosotros, que lo tenéis al lado, hagáis lo mismo.

¿Qué diferencia hay entre el Piedrahita de dentro y de fuera del

escenario?

Es el mismo. Te diría que el que está en el escenario tiene un guión y el de abajo improvisa, pero sería mentir. El de arriba del escenario también improvisa.