Un estudio realizado por la Unión Consumidores (UCE) pone de manifiesto que sólo un 30% del comercio palentino cumple con las obligaciones que regulan la venta en la campaña de rebajas. El análisis se ha centrado en aspectos que influyen a la hora de adquirir los productos como la duración de las ofertas y el doble etiquetado de precios.
«De los comercios visitados sólo el 54,45% mostraba el cartel de rebajas, lo que es debido en buena parte a la liberalización de la normativa que permite sustituirlas por otro tipo de promociones. Prueba de ello es que entre los que no lucían el cartel alusivo, casi el 15% de ellos sí mostraba en sus escaparates ofertas y descuentos», señala. Otra obligación analizada es la de informar sobre los precios de los productos en los escaparates de forma clara, visible y legible y solo el 58,22% cumple este apartado, lo que obliga al consumidor a entrar en el establecimiento para conocer el precio.
Además, los locales que anuncian rebajas deben indicar el precio anterior junto con el precio rebajado y sólo cumple esta norma el 59,18%. El 22,45% indica solo un precio, sin aclarar si es el anterior o el ya rebajado; el 8,16% mezcla productos rebajados con otros sin rebajar y el 10,21% no expone ningún producto y, en su lugar, pone un gran cartel de rebajas.
efectos pandémicos. Por otro lado, la Confederación del Comercio de Castilla y León considera que las cuarentenas y bajas laborales provocadas por la variante ómicron están frenando las ventas en la campaña de rebajas de invierno. «El arranque de la temporada, fijado hasta el 6 de marzo, ha sido irregular por provincias. En aquellas donde la venta funcionó bien los primeros días se ha producido un freno», explicó su presidente, Adolfo Sainz.
Para el representante de la patronal sectorial, la sexta oleada de la pandemia no es el único motivo que desinfla las rebajas. «Las ofertas y promociones se suceden durante todo el año y desvirtúan aquellas rebajas que se esperaban con ganas hace unos años. Tendremos que ver si se reactivan las ventas cuando empiecen a bajar los contagios. El comercio castellano y leonés llega a 2022 exhausto tras dos años de pandemia y necesita remontar cuanto antes la facturación», se lamenta.