El Real Madrid tiene 35 títulos de LaLiga, nueve más que el Barça, segundo en el 'ranking'. En un vistazo global a la historia no se le puede achacar nada... en uno particular a los tiempos modernos, un detalle: si no la gana o la tiene cerca, se desconecta abiertamente. Sin disimulos. A nada que la distancia con el primer puesto sea considerable y el líder se mantenga firme en su ritmo, el Madrid se echa a un lado: sucedió en la 12/13 (terminó a 15 puntos del Barcelona), en la 17/18 (a 17) y en la 18/19 (a 19)... y está sucediendo en la presente, donde ya se encuentra a nueve puntos de los azulgranas. 

El empate del pasado domingo ante el Betis (0-0) fueron otros dos de los 17 puntos que ha perdido el equipo en las últimas 13 jornadas de LaLiga. Un contraste brutal con el cuadro blanco de las 11 primeras fechas: había sumado 31 puntos sobre 33 posibles (solo Osasuna, empatando en el Bernabéu, había 'tosido' a un bloque intratable) y el Barça, que había mordido el polvo en el clásico (3-1) estaba a tres. Todo empieza a torcerse en las fechas previas al Mundial: el Girona sorprende en el Bernabéu (1-1), el Rayo le quita el liderato (3-2) y la sufrida victoria ante el Cádiz (2-1) termina con pitos.  

Dos derrotas y tres empates tras la Copa del Mundo, período en que los culés tropezaron con un solo empate y una derrota, ha elevado la distancia a esa situación en la que el vestuario acude a los micrófonos con el tópico en la mano («Está difícil, pero no imposible»), aunque de puertas adentro sienten que Europa (y la posible remontada en la Copa) es la única tabla de salvación del curso. 

Regular

A pesar de esas malas sensaciones, el Real Madrid no se diferencia mucho de sí mismo en la 21/22, cuando fue campeón: en la 24ª jornada del pasado curso era líder con 54 puntos (16 victorias, seis empates y dos derrotas) con 48 goles a favor y 20 en contra... y ahora es segundo con 53 puntos (16, 5 y 3) con 47 goles marcados y 18 encajados. El verdadero cambio no es tanto merengue como blaugrana.