Quien tiene mascota ya la consideraba como un miembro más de la familia. Desde el 5 de enero, en cierto modo, también lo es por ley. Y es que la modificación de varias normas existentes -que adapta el régimen jurídico español a la protección de los animales- concede a estos compañeros la cualidad de seres vivos dotados de sensibilidad.

 Es decir, han dejado de ser cosas para el legislador y este diferente tratamiento legal se tendrá en cuenta, por ejemplo, en casos de divorcio o separación, en los que el juez deberá valorar su bienestar y protección.

«Nosotros, que estamos rodeados continuamente de animales de  compañía, sabemos que esa denominación es cierta. Nos parece fenomenal y acierta de pleno en no considerarlos un mueble como hasta ahora», declara José Miguel Gallo, vicepresidente del Colvepa (Colegio Oficial de Veterinarios de Palencia). Gallo añade que son muchas las veces en que han visto problemas cuando se produce la separación de una pareja que comparte animal de compañía. «Hay un lío tremendo, no se deciden y hasta le abandonan. Otras veces es traumático porque quien pierde no tiene nada que le ampare; ahora un juez decidirá cómo se hacen las cosas si no se llega a un acuerdo amistoso», explica.

Uno más de la familia Otro aspecto importante es que, al alquilar una vivienda, «nadie te puede poner como excusa que tienes un perro. Te la alquila o no, pero esa razón ya no se puede poner;antes, a nivel legal sí se podía incluir una cláusula de ese tipo». «Otro cantar es la admisión en terrenos privados como bares», aclara.

Los animales sintientes tampoco pueden ser embargados, hipotecados, maltratados o apartados de sus dueños. «Quien encuentre a un animal abandonado se lo debe dar a su propietario sí o sí, siempre que esté identificado y no haya indicios de maltrato. En ese caso, habría que comunicarlo a las autoridades», recuerda José Miguel Gallo.

Estas modificaciones para los veterinarios son «positivas, siempre que se hagan con coherencia». «Todo lo que sea mejorar el bienestar de los animales nos parece bien. En todo caso, lo que legislen deben consultarlo con gente del sector, y ahí nos incluimos los veterinarios junto a centros de acogida, por ejemplo», asevera.

Uno más de la familia «Desde luego, eso de que los animales de compañía son un miembro más de la familia es acertado. No voy a decir que manden en casa -bromea-, pero están muy mimados y cuidados. El balance es bueno, sin lugar a dudas. Nosotros percibimos rápido si un animal es maltratado y los casos son realmente mínimos; eso ha evolucionado y quienes nos dedicamos a ello lo agradecemos», añade el vicepresidente del Colvepa.

Gallo asegura que «si bien las leyes ayudan, la visión de la sociedad hacia los animales y sus derechos lleva años evolucionando a mejor». Recuerda que antes era fácil ver parásitos o no todas las vacunas administradas, pero que ahora «la gente está muy concienciada». «Hay una cultura del animal de compañía que ha experimentado un boom en los últimos años. Quien pierde una mascota enseguida busca un sustituto», expresa. Y es que, según estudios como el de la Asociación Americana del Corazón, tener perro puede reducir hasta un 24% la posibilidad de sufrir una muerte prematura. 

«La gente debe tener claro que son seres vivos con un estatus más alto y hay que disponer de medios para mantenerlos. Suponen sacrificios, pero mínimos comparados con todo lo que aportan. Por ejemplo, la relación de un niño con una mascota es maravillosa», subraya José Miguel Gallo.

Uno más de la familia Junto a estas modificaciones, el Ministerio de Derechos Sociales tiene en anteproyecto una ley de bienestar animal, con medidas contundentes para evitar el comercio y maltrato de animales que pretende sacar adelante a lo largo de este año. Pero es otro punto en concreto el que ha levantado más polémica y dudas: el del DNI animal que, de momento, no está en vigor. «Los clientes preguntan pero no hay nada claro. Muchos creen que sus mascotas no están lo suficientemente documentadas, pero la realidad es que sí. Tienen un pasaporte oficial con el que se pueden mover por toda la Unión Europea y un microchip acompañado de tarjeta física», explica Gallo. 

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