Los buenos datos de contratación y de altas en la Seguridad Social que avanzaba el Gobierno mes a mes atribuyéndolos al éxito de la reforma laboral quedaron ayer diluidos tras conocerse que más de un tercio de los asalariados con contrato fijo discontinuo no trabajaba a cierre del pasado año, pero no computaban en las listas del paro.
La información, que ha tardado más de un año en estar disponible, se confirmó ayer, después de que el Senado desvelara que 443.078 trabajadores con contrato fijo discontinuo en España estaban inactivos a final de 2022 al dar respuesta a una pregunta formulada por las diputadas del PP Ana Isabel Alós y María Teresa Ruiz-Sillero.
En este contexto, también se conoció que 268.402 de estos trabajadores estaban cobrando una prestación de desempleo, mientras que otros 174.676 trabajadores no tenían acumulada cotización suficiente para percibir una prestación.
El número de parados registrados por las oficinas de empleo cerró el año pasado en 2.837.635, la menor cifra en un cierre de ejercicio desde 2007, según publicó entonces el Ministerio de Trabajo. Si a esa cifra se le suman los 443.078 fijos-discontinuos que estaban inactivos en diciembre de 2022, la cifra de desempleados se elevaría a 3.280.713 personas, un 155% más.
Ante esta noticia, el PP pidió la comparecencia de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, para que explique los datos sobre los trabajadores fijos discontinuos.
La portavoz parlamentaria del PP, Cuca Gamarra, denunció que si el Ejecutivo no ha dado hasta ahora la información y los datos netos sobre trabajadores con contratos fijos discontinuos inactivos es «porque tenía ganas de ocultarlo».
El grupo que preside Alberto Núñez Feijóo exigió que se cambie la manera de contabilizar a estos trabajadores cuando no están de alta en la Seguridad Social, porque no hacerlo cree que supone «maquillar» los datos de paro efectivo.
«Nos insultaron por decir que el Gobierno estaba maquillando las cifras del paro. De nuevo se descubre que teníamos razón. Necesitamos un Gobierno que se preocupe más por el bienestar de los ciudadanos que por salir bien en la foto», criticó el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo.
Por su parte, el Gobierno consideró que la contabilidad de los empleados fijos-discontinuos es un «falso debate del Partido Popular», ya que siempre se han contabilizado de la misma manera.
La no incorporación de los fijos discontinuos a las listas de paro registrado es una metodología que no ha cambiado tras la reforma laboral. Lo que sí se ha cambiado es la importancia de este tipo de contrato que en marzo del año pasado, había poco más de medio millón de fijos discontinuos y a finales del pasado curso eran ya más de 1,2 millones, lo que supuso un incremento de más del 140%.
En los datos que Trabajo publica mensualmente sobre la evolución del paro, los fijos-discontinuos se contabilizan dentro de los contratos indefinidos y se excluyen del registro del desempleo aquellos que en ese mes se encuentren en un período de inactividad, lo cual ha sido muy criticado por la oposición, que entiende que esos asalariados, al estar inactivos, están realmente parados. Estos operarios entran y salen de la actividad según sean llamados por las empresas y, con la reforma laboral, sus contratos adquirieron los mismos derechos que los indefinidos.
Protección
Las diferencias entre ser un parado o un empleado con contrato fijo discontinuo en fase de inactividad es que mantiene una vinculación contractual con la empresa que no puede incorporar a otro trabajador para hacer el mismo empleo. También, en el caso de que la compañía quiera prescindir de ellos, tendrán la protección de un trabajador indefinido, incluyendo la reclamación de despido improcedente, y no la de un temporal, y, además, les permitiría cobrar el subsidio por desempleo.