Carmen Casado Linarejos

Epifanías

Carmen Casado Linarejos


El año nuevo

08/01/2023

Acabamos de superar la celebración de las fiestas de fin de año y es momento de serenarse y recapacitar sobre lo que hemos vivido para mejor prepararnos para lo que nos espera en el año recién comenzado. Y creo que no va a ser un feliz año nuevo. En el plano político y, a juzgar por lo que nos ha dejado el año anterior, vamos a vivir situaciones muy graves y sin precedentes en la historia de nuestra democracia. No creo necesario recordar las disparatadas leyes aprobadas unilateralmente por el consejo de ministros, ni los escandalosos cambios en el código penal para satisfacción de Sánchez en el Gobierno del todavía Reino de España. Lejos ha quedado la nefasta Ley Celaa que asegura la promoción de titulados sin acreditar la adquisición de conocimientos básicos. La controvertida Ley del sí es sí, que está liberando a violadores y agresores sexuales mientras sube, de modo insoportable, el número de feminicidios. Pero el gobierno responsabiliza a jueces, policía, incluso a las mismas víctimas porque-dice-no denuncian a sus agresores, pero no asume su estruendoso fracaso. Sánchez tenía razón: Pasará a la Historia, pero será por mentiroso y tramposo. Y aún quedan doce meses para que finalice la actual legislatura. A la mitad del año estaremos votando a los alcaldes de nuestros respectivos municipios, así como a los presidentes de alguna comunidad autónoma. Mientras llega esa cita participativa, seguiremos observando la eliminación rápida y sin escrúpulos, de obstáculos que se presenten en el camino del presidente del gobierno a su permanencia en la Moncloa, indultando a delincuentes. En el plano internacional, deseamos que 2023 sea el año en que finalice la guerra en Ucrania, aunque aún parece lejos. Y seguiremos escuchando las terribles noticias de que, cada día, se producen más muertes y más desplazados hacia destinos desconocidos capaces de recibir a estas pobres gentes. Seguirán llegando emigrantes a nuestras costas, víctimas de las mafias millonarias que trafican con ellos. Y continuaremos con nuestras vidas debatiéndonos con los obstáculos que se nos vayan apareciendo en el camino, pero con ánimo y esperanza en que, a pesar de todo, saldremos adelante.