Los problemas indirectos derivados de la crisis sanitaria del coronavirus golpean especialmente a los colectivos más vulnerables, entre los que se encuentran las personas con pocos recursos. En Guardo, el cierre por la pandemia del Covid-19 de los comedores escolares y del centro de día El Castillo, de Cáritas, tiene en jaque a decenas de familias con dificultades económicas para llegar a fin de mes.
Este es un tema que preocupa especialmente a la alcaldesa, Gemma Sanfélix, quien destaca que estos servicios «ofrecen la garantía de, al menos, una comida completa al día para los menores que pertenecen a familias que atraviesan dificultades y complicaciones y que pueden verse acentuadas por la supresión de servicios».
En esta línea, el Ayuntamiento se ofrece a buscar una solución a este problema con recursos propios y en coordinación directa con la Diputación para ofrecer un servicio que considera «esencial». «Nos ponemos a su disposición y espero tenga en cuenta mi ofrecimiento y mi demanda ante un tema que nos preocupa tanto», afirma Sanfélix.
Así se lo ha hecho saber la regidora a la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, en una carta que ya ha enviado al palacio provincial. Previamente, Sanfélix ha mantenido contacto telefónico con el coordinador de los servicios sociales de la institución provincial y con el diputado encargado del área, Alfonso Polanco, a quienes trasladó la demanda y la entera disposición del Ayuntamiento de Guardo para solucionar este problema de calado social.