El dueto argentino del Destino Palencia

Ismael Martín
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Nicolás Richotti y Luciano Massarelli compartirán la posición de escolta en el nuevo proyecto morado

El dueto argentino del Destino Palencia - Foto: Óscar Navarro

Mezcla de veteranía y juventud es la apuesta del Palencia Baloncesto para afrontar la complicada temporada en la LEB Oro. 

Claro ejemplo de ello es el fichaje de los dos escoltas argentinos Nicolás Richotti (Bahía Blanca, 17-10-1986) y Luciano (Lucho) Massarelli (Buenos Aires, 23-7-1993). El primero aportará su calidad y su amplia experiencia adquirida a base de miles de batallas a sus espaldas. Por su parte, Massarelli llega a Palencia con la intención de aprovechar al máximo cada una de las situaciones que le depare su primera aventura en España, lejos de su Argentina natal, en la que ha demostrado ser un jugador de alto nivel con la velocidad, contraataque e intensidad como rasgos propios.

Como el resto de sus compañeros, los dos argentinos ya están inmersos en la pretemporada a las órdenes del técnico Arturo Álvarez y esperan con muchas ganas el esperado debut ante el  Melilla, fijado para el 16 de octubre. Savia renovada para el club morado.

 

RICHOTTI. Los inicios de los dos protagonistas están íntimamente relacionados con la presencia de algún miembro de su familia que era profesional de baloncesto. 

En el caso de Nicolás Richotti, su gusto por la canasta comenzó a los 5 años gracias a su padre, Marcelo. «Desde pequeño ya estaba con un balón en la mano y acompañaba a mi padre en los entrenamientos y los partidos», recuerda. «Mi padre no me metió nunca presión, todo lo contrario. En mi etapa de pleno desarrollo me aconsejaba y venía a mis partidos».

Con la imagen de su padre presente e intentando seguir su camino, dio su salto al profesionalismo a los 18 años en un club de la segunda división argentina y desde ahí hizo un paso de tres años por Italia. Su aventura en España dio comienzo en la temporada 2008-2009 de la mano del Club Baloncesto San Isidro de Tenerife -lugar donde reside actualmente su familia- en Liga EBA. Tras un paso por LEB Plata en las filas del filial del Real Madrid, le llegaba la oportunidad del Iberostar Tenerife jugando en LEB Oro las dos primeras temporadas y después siete años en ACB con un total de casi 300 partidos defendiendo la camiseta del club canario. Antes de llegar a Palencia ha estado la pasada temporada en el Montakit Fuenlabrada. 

A lo largo de todos esos años de carrera ha habido momentos alegres y tristes, pero todos sirven para crecer como deportista y persona. «Uno se acuerda de los títulos o logros personales importantes. Pero los que más me marcaron fueron superar las lesiones. En la carrera de un deportista es muy importante ser fuerte mentalmente, ser positivo y superar esos baches que se presentan para volver con la ambición y las mismas ganas de siempre», destaca Richotti quien está muy contento con su trayectoria y ha podido ir cumpliendo todos sus objetivos.

Este año llega al Destino Palencia con la clara idea de seguir creciendo y de tener un buen año a nivel colectivo e individual. Richotti asegura haber tenido ofertas de otros equipos de España así como de Sudamérica y Latinoamérica, pero «mi intención siempre fue quedarme en España para estar cerca de mi familia y en Palencia se me da la oportunidad de ser una pieza clave en el equipo, que era lo que yo estaba buscando». 

MASSARELLI. Si en la familia de Richotti, el jugador profesional era el padre, en el caso de Lucho Massarelli fue su madre Alejandra Villar, jugadora toda su vida llegando a defender los colores de la selección argentina, quien le empujó a jugar al baloncesto desde los 4 años. 

«Aunque al principio iba un poco obligado, a medida que fui creciendo me fue gustando más el baloncesto. Además, tuve la oportunidad de entrar en las categorías inferiores de la selección argentina y me fui sintiendo más parte del básquet con más ganas de progresar», reconoce Lucho a quien «mi madre no me ha metido nunca presión y la encanta verme jugar».

Lucho ha desarrollado toda su carrera en clubes de argentina demostrando en todos ellos su gran valía. Su primer club como profesional fue el Ramos Mejía LTC pasando después por equipos como Ciclista Juninense, Peñarol o Ferro Carril Oeste en el que la pasada temporada promedió 11,4 puntos, 2,2 rebotes y 2,3 asistencias por encuentro. Tras muchos momentos vividos, hay dos que han supuesto un punto de inflexión en su carrera. «Cuando llegué a la selección argentina U-15 fue un momento que me marcó al igual que mi primera operación al romperme los cruzados de la rodilla».

 

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