Balance durante la pausa obligada

David del Olmo
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El Palencia Cristo Atlético acumula un mes desde su último encuentro. Rubén Gala espera que el parón no le afecte a su equipo cuando el rastreador le permita regresar al trabajo. Notable a una primera vuelta a la que le falta aún un aplazado

Balance durante la pausa obligada - Foto: Juan Mellado

El Palencia Cristo Atlético no pudo jugar ayer por un positivo en sus tests de antígenos previos al choque de La Balastera ante el Salamanca UDS B, por lo que hoy se cumplen 29 días desde su último compromiso, mientras los duelos del miércoles en Peñaranda y el domingo ante el Becerril están de momento en el aire.

Su técnico, Rubén Gala, es realista: «Son cosas que pasan y hay que asimilarlas. Sabíamos que este año podían ocurrir. Lo importante es que estemos todos bien y que la gente esté concienciada de que la pandemia va para largo y hay que tener tranquilidad». Ahora espera a que se comunique con ellos el rastreador y, espera que como «no tenemos contacto directo porque entrenamos en la calle y la mayor parte del tiempo con mascarilla, que no nos manden estar parados».

Eso sí, de no surgir este contratiempo, La Balastera «hubiera estado muy mal». Al no haberse retirado la nieve el domingo o el lunes, cuando se hizo el viernes tras unos días de temperaturas muy bajas, «era demasiado tarde y había muchas placas de hielo debajo».

BALANCE. Hasta este largo parón competitivo, el Palencia Cristo estaba cuajando una gran temporada, «a nivel de números y de juego, hay que darle un notable al equipo. Se han hecho muy bien las cosas. Estábamos con  un ritmo muy bueno, con mucha confianza. Ahora habrá que retomar la competición y ese mes de parón se puede notar, hasta yo tengo la incertidumbre de cómo vamos a afrontar el primer partido después de tanto tiempo parados. Lo más importante es concienciar a los jugadores de que tenemos que seguir luchando por estar ahí arriba y de que pueden pasar estas cosas».

Este curso, dadas las circunstancias, es vital «poder jugar y poder entrenar. Ya no solo es este parón, también el navideño. El ritmo lo vas perdiendo. La única manera de recuperarlo es competir. Ahora solo queda hacerse de nuevo los tests, que sean negativos y volver a funcionar. Pero hay que tener paciencia, que hay que valorar el esfuerzo del club, de los jugadores, del cuerpo técnico. Dar las charlas con mascarillas, separados, no tocarnos... Planificar es complicado porque hay muchos aspectos con los que no cuentas. Y cuando ganas todo es muy bonito, pero cuando no, hay que tener paciencia, porque el año está siendo muy complicado».

 

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