El préstamo municipal de bicicletas no arrancará tampoco esta semana como estaba previsto. Si en diciembre del año pasado eran los problemas informáticos los que impedían poner en marcha este servicio, el Ayuntamiento se ha percatado estos días de que algunas bicicletas tienen sillines que se pueden desmontar muy fácilmente, lo que daría lugar a que fuesen robados.

«Lo teníamos todo preparado para ponerlo en marcha esta semana, pero aquí parece que cada día surgen nuevos inconvenientes», reconocía ayer el concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Marcos. 

«Como queremos evitar el vandalismo, tenemos que corregir este problemas, por lo que nos va a llevar un poco más de tiempo. Lo siento porque parece que se está alargando indefinidamente, pero queremos que la puesta en marcha del sistema de préstamos de bicicletas no nos traiga problemas y ocurra como con el anterior, que fue un auténtico desastre», añadió el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento.

La puesta en marcha de un nuevo sistema de alquiler de bicicletas fue el primer proyecto que se puso sobre la mesa del Digipal, el plan ideado por el Ayuntamiento para la renovación digital de la ciudad, dotada con 1,8 millones de euros.

En un principio, la intención del Ayuntamiento era haber puesto en marcha este servicio en verano de 2020. Así se anunció en prensa, pero la pandemia echó abajo esta planificación. En 2021, con el nuevo presupuesto, se retomó el proyecto y las bicicletas se pusieron a punto tanto mecánicamente como con la instalación de los componentes necesarios para adaptarlas al sistema de préstamo, el cual funciona a través de un método de georreferenciación.

En diciembre, el propio Juan Antonio Marcos desvelaba a DP que «problemas con el sistema informático» estaban impidiendo ponerlo en marcha. Errores que se solventaron, por lo que el Ayuntamiento anunció hace unos días que el servicio comenzaría esta misma semana. Ahora, son los sillines los que han frustrado que el sistema de préstamos eche a rodar.