El Defensor del Profesor es un servicio de ámbito nacional, exclusivo del sindicato ANPE, que pretende proporcionar atención inmediata y gratuita a todos aquellos docentes que viven situaciones de conflictividad y violencia en el ámbito educativo, su ámbito profesional.

En Castilla y León,  durante el curso 2021-2022  el servicio atendió un total de 72 casos, lo que supone un aumento del 22% con respecto al curso anterior (59) y del 89,4% en relación al 2019-2020 (38).

Según desgrana el informe, por provincias, de las 72 intervenciones llevadas a cabo en la Comunidad, tres correspoden a Palencia, es decir, el 4,2%,  que hacen de la provincia la menos conflictiva, mientras que al otro extremo se sitúa Salamanca, con 18 (25%).  En la  comparativa con el curso 2020-2021 hay que hacer hincapié en el descenso, toda vez que durante ese período lectivo el Defensor del Profesor de ANPE atendió ochos casos, o lo que es lo mi smo, el 13,56% del conjunto de la región, que colocaron a la provincia solo por detrás de Burgos (28,81%).  Tres también fueron los casos del curso 2019-2020, si bien representaron  el 7,90% del total (38),  y que colocaban a la provincia en la mitad de la tabla de Castilla y León.

Durante el curso 2021-2022, el servicio del Defensor del Profesor. como ya se señaló, atendió a 72 casos que, por etapas educativas, el mayor número se centró en la Educación Secundaria,  con 43 casos, lo cual supone el 59,7% de las actuaciones, y un aumento del 34,4% en relación con el curso anterior. Del resto de los casos, 22 corresponden a Educación Primaria (30,5%), cuatro en Educación Infantil (5,5%), dos en otras etapas (2,8%) y uno  (1,4%) en FP.

tipología. En cuanto a la tipología de los casos, ANPE señala tres grandes bloques: los relativos a alumnos, los derivados de padres y aquellos que se producen fruto de la interacción entre compañeros (administración, inspección, equipos directivos).

De los 72 casos atendidos, 33 tuvieron relación directa a problemas con los padres lo que supone el 45,8% del total y un aumento del 83,3% con respecto al curso anterior. El resto de los casos atendidos se distribuyeron entre problemas directos con los alumnos 26 (36,1%) y otros 13 (18%). Es conveniente señalar que el ámbito escolar es un escenario de interacciones múltiples, y si bien, ANPE ha tratado de recoger los resultados centrado en la fuente principal de conflicto, en la mayoría de los casos acaba trascendiendo al resto. Esto se pone especialmente de manifiesto en los resultados obtenidos sobre en el entorno laboral, donde la falta de acuerdo entre compañeros, la inadecuada aplicación de normativa y protocolos derivados de situaciones conflictivas con alumnos y/o padres han acabado provocando problemas en el propio entorno laboral.

Entre las situaciones conflictivas derivadas de los padres podemos señalar que el mayor número de casos se deben a falsas acusaciones 11(15,3%), denuncias 7 (9,7%), presión por las notas 4 (5,5%) y acoso 1 (1,4%). Insistimos que para la elaboración de este informe utilizamos ítems claramente definidos, centrando el caso en el de mayor gravedad.

Los casos relativos a situaciones conflictivas derivadas de los alumnos son 26 (36,1%).

Las situaciones más frecuentes  fueron seis casos de amenazas (8,3%), cinco de acoso (6,9%), cuartro de faltas de respeto y falsas acusaciones respectivamente (5,5%) , así como tres de agresiones físicas y cyberbulling (4,2%) y 1 caso de daños a la propiedad del profesorado (1,4%).

En relación con problemas surgidos en el propio entorno laboral, suponen 13 casos (18%).

El Servicio del Defensor del Profesor presta asesoramiento psicológico y jurídico al profesorado víctima de situaciones conflictivas en el ámbito escolar, tratando con ello de minimizar las posibles secuelas de diferente índole en el profesorado. En el 100% de los casos atendidos se ha prestado asesoramiento y apoyo psicológico, así como información legislativa. 4 (5,56%) casos han precisado asesoramiento jurídico.

A lo largo del curso 2021-2022 curso, del profesorado atendido por este servicio, 62 presentaron cuadros de ansiedad (86,11%), 10 trastornos depresivos (13,8%) y 10 (13,8%) de ellos finalmente precisaron de una baja médica derivada de estas situaciones.

No puede obviarse que la salud mental del docente es crucial no sólo en su individualidad, sino también para garantizar una educación de calidad. Las bajas laborales suponen costes adicionales para la administración, así como modificaciones en la trayectoria formativa del alumnado.