Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Hermanarse

03/01/2023

La apuesta por unas entretelas de empuje innovador, nos exige entrar en concordia entre unos y otros para mejorar la convivencia, pero también nos requiere de otro esfuerzo en alianza con la naturaleza, para poder reconstruir un orbe más edénico y razonable. De lo contrario, la caída será horrorosa, debido a nuestros comportamientos contaminantes.
Desde luego, la falta de consideración y respeto hacia todo, empezando por nuestra propia vida y finalizando por la crisis ecológica, que en el fondo es un problema moral, nos tiene que poner en movimiento para desterrar el egoísmo, individual y colectivo, por ser contrario al orden de la creación. Por otra parte, y como sustento del vocablo viviente, tenemos que conservar enérgico el sentido de la fraternidad. 
Quizás tengamos que revisar nuestro estilo de vida, renacer como sociedad diferente, menos viciada en el consumo y no enviciada en las cosas, pues lo importante es el ser humano con su timbre poético y su asombrosa vida humana, a través de su versátil tono interior. Con razón, se dice, que únicamente se ve bien con los ojos interiores de la voluntad; por algo será, porque de ellos procede la savia y precede la fuerza. 
Además, es notorio, que jamás se penetra por la influencia en ningún órgano andante; el lenguaje de los latidos es universal e imprime sosiego, únicamente se requiere ternura para comprenderlo y conversarlo. No hay frentes, ni ha de haber fronteras, en las raíces de un linaje revivido desde el amor y sobre las bases estéticas de la justicia social, la dignidad y los derechos de cada persona. Esto nos reconduce a la formación de la familia humana, que debe de hermanarse en lugar de polarizarse, para no generar malestar y violencia. 
Evidentemente, si queremos superar la situación actual, tenemos que salir de nosotros mismos para arreglar las diferencias y los conflictos, reconciliar hasta lo irreconciliable, y tejer otros abecedarios que nos lleven hacia ese bien colectivo, del que todos somos parte, claramente con un deber ético y jurídico. Sería saludable, por tanto, que este año que ahora acabamos de iniciar, fuese un bálsamo de acuerdos en nuestras vidas, en nuestros hogares y en nuestra tierra.