Está todo preparado desde hace al menos un par de meses. Las bicicletas ya están reparadas y acondicionadas; los aparcamientos están disponible a la espera de usuarios y el Ayuntamiento tiene aprobados tanto el reglamento que marca su uso como la ordenanza que fija los precios. Sin embargo, el servicio de préstamos de bicicletas no arranca. Sufre lo que en el argot ciclista se denomina como una pájara, por lo que este año, y ya van dos, tampoco parece que vaya a funcionar.
Así lo reconoce a DP el concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Marcos. «Hemos tenido problemas con el sistema informático», aseguraba el edil, sin dar más explicaciones sobre qué no funciona o, mejor dicho, qué impide que se ponga en marcha ese servicio de alquilar de bicicletas. «La intención era haberlo puesto en marcha a finales de noviembre, pero hicimos una prueba y se detectaron fallos», añade el concejal, que recuerda que es la empresa pública Red.es la que tiene que se encarga del armazón informático que permite que el sistema funciones.
La puesta en marcha de un nuevo sistema de alquiler de bicicletas fue el primer proyecto que se puso sobre la mesa del Digipal, el plan ideado por el Ayuntamiento para la renovación digital de la ciudad, dotada con 1,8 millones de euros, de los que el 65% se financian con fondos europeos y el resto a cuenta de la ciudad.
Eso fue en 2018 y, desde entonces, el Ayuntamiento y Red.es han trabajado en su desarrollo. El proyecto final determinó que el servicio de alquiler echará a andar con las 20 bicicletas que sobrevivieron al anterior servicio, aquel que en 2008 puso en marcha la última corporación de Heliodoro Gallego, con 45 unidades, de las que solo quedaron vivas una decena y a las que se suman otras 10 compradas por Urbaser en 2012.
En un principio, la intención del Ayuntamiento era poner en marcha este servicio en verano de 2020. Así se anunció en prensa, pero la pandemia echó abajo esta planificación. En 2021, con el nuevo presupuesto, se retomó el proyecto y, durante los últimos meses, las bicicletas se han puesto a punto tanto mecánicamente como con la instalación de los componentes necesarios para adaptarlas al sistema de préstamo, el cual funciona a través de un método de georreferenciación.
cómo funciona. Las bicicletas están dotadas con sensores que permiten al Ayuntamiento saber dónde está cada una de ellas, activar o desactivar el candado e, incluso, medir la calidad del aire prácticamente en tiempo real. Además, todos los puntos de anclaje o aparcamientos de las bicicletas están geolocalizados, unos 500 en toda la ciudad, tras la inversión de 30.000 euros realizadas por el Consistorio con cargo a la Edusi y dentro del Plan de Movilidad Ciclista.
El sistema que debe hacer que todo funcione es una aplicación para el teléfono móvil llamada Bipal. El usuario tiene que crear una cuenta o perfil para poder alquilar una bicicleta y comprar un bono o asociar el teléfono móvil a una tarjeta de crédito. Para utilizar una bici, basta con acercarse a la bicicleta y desbloquear el candado electrónico activando el botón de inicio de la aplicación móvil. En ese momento, el teléfono activa el GPS.
Para devolver la bicicleta, basta con acercase a uno de los aparcabicis, entrar en Bicipal y pulsar en finalizar su viaje, lo que bloqueará el candado electrónico. La única condición es que la bici quede correctamente anclada dentro del área urbana georreferenciada limitada por el mapa que muestra la aplicación móvil.
Así debería funcionar... pero no lo hace. El concejal de Medio Ambiente, Juan Antonio Marcos, explica que cuando se realizó la prueba algo falló. «No sé si fue el candado electrónico, la propia aplicación, la georreferenciación...», asegura.
«Al ser un proyecto de Digipal, es Red.es quien tiene que dar una solución al Ayuntamiento. No sé si ahora, con el tiempo que hace, es el momento de poner en marcha el servicio de alquiler de bicicletas o es mejor esperar a que haga mejor tiempo, pero yo estoy dispuesto a que empiece a funcionar al día siguiente de que me digan que todo está correcto», manifiesta el concejal de Medio Ambiente.
Sin más explicaciones, todo hace pensar que habrá que seguir esperando a que Palencia recupere un servicio destinado a mejorar la movilidad urbana. En su primera etapa acabó siendo un auténtico fiasco y ahora parece que su puesta en marcha no está siendo la mejor. Y eso que tan solo son 20 bicicletas.