El Granada certificó este miércoles la salvación con dos goles de Antonio Cortés Antoñín y Roberto Soldado, que colocaron el definitivo 0-2 ante el Deportivo Alavés, que les mantiene con posibilidades de alcanzar las plazas europeas de la clasificación.
El conjunto vasco, mientras, continúa sumido en un bache importante de juego, con sólo tres puntos cosechados después del parón; y acumula tres derrotas consecutivas, lo que le mantiene con 35 puntos, sin poder despegarse de los puestos de descenso.
Los vitorianos pusieron más corazón que fútbol y el triunfo se lo llevó un Granada que creció en la segunda mitad ante un Alavés que no tuvo puntería para empatar en un primera parte en la que mereció más.
Los granadinos comenzaron triangulando con acierto y velocidad, se plantaron en los inicios en los aledaños de Roberto Jiménez, pero a la defensa local no le tembló el pulso para achicar balones en un arranque con brío e intensidad.
A Lucas Pérez y Joselu les tocó librar batalla con los tres centrales con los que formó Diego Martínez. Pero fue Rubén Duarte el primero en llevar el peligro a la meta visitante con un disparó que se fue demasiado cruzado en el minuto 11.
Fue el Alavés el que se llevó el duelo a su terreno en los primeros minutos. No dejaba crear a los andaluces, que les costaba salir de su cancha, hasta que tras un barullo entre varios jugadores de ambos equipos, Roberto Soldado logró ceder el balón a Antonio Puertas, que se encontró con un gran Roberto Jiménez, que evitó el gol, pero no pudo detener el tanto de Antoñín al hacerse con el rechace, que se estrenó en el 26.
El argentino Lisandro Magallán tuvo el empate en su bota en el minuto posterior, pero el central, con todo a su favor, falló en el remate tras una falta botada por Lucas Pérez.
Los de Asier Garitano no se echaron atrás y encomendaron todo al balón y a la asociación gallega entre Joselu y el "7" del Glorioso, que estrelló el esférico en el poste tras una dejada de espuela de su compañero de ataque.
El Alavés lo siguió intentando antes de irse a vestuarios, pero el testarazo de Joselu Mato fue muy centrado y lo atrapó Aarón sin problemas.
Pero los vascos recibieron un golpe muy duro en la reanudación con nuevo gol. En una de las primeras aproximaciones, el esférico le quedó franco a Roberto Soldado, después de una jugada trenzada del plantel andaluz, para batir con un disparo colocado a Roberto Jiménez. Una obra de arte del veterano delantero valenciano.
Los vitorianos no se rindieron a pesar de que el Granada buscó bajar las revoluciones de un encuentro en el que gozó de una gran efectividad y acertó en su planteamiento.
Garitano reaccionó con tres cambios a la vez y a punto estuvo el recién ingresado Oliver Burke de cambiar el guión del partido con una buena conducción, que acabó con un remate del extremo escocés, pero que despejó un seguro Aarón.
El Alavés se lanzó al ataque y el cuadro nazarí, buscó el contragolpe con activo Darwin Machís, que se topó con el portero albiazul en una gran carrera que no pudo culminar con el tercer tanto que haría sentenciado el duelo.
El balón parado fue de nuevo la mejor arma de los babazorros porque no lograron llegar a la portería rival en juego directo y después del segundo gol no pudieron superar al rival granadino que controló el juego tras ampliar la renta.