Despliegue paulatino y solo para determinados días

Carlos H. Sanz
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El equipo de Gobierno de PP y Cs prefiere que la zona de bajas emisiones se restrinja solo a determinados días de la semana y se aplique paulatinamente

Despliegue paulatino y solo para determinados días - Foto: Sara Muniosguren

Aunque se lleva más de un año hablando de la zona de bajas emisiones, el Ayuntamiento no ha puesto negro sobre blanco los límites que tendrá en la capital ni qué tipo de restricciones aplicará. Sí hay alguna pista, ya que el Plan de Movilidad Urbana Sostenible propone que su delimitación sea al sur por el Paseo del Salón; al este, por las avenidas de Manuel Rivera y Casado del Alisal: al norte por la avenida de la Antigua Florida, la plaza de San Pablo, la calle de Hermanos Madrid y la plaza de Juan XXIII; y al oeste por la avenida de Castilla. 

Calles que conforman, en total, un perímetro de 3.563 metros y un área de 665.868 metros cuadrados o 66,6 ha a la que hay que fijar qué vehículos están restringidos, qué días y en qué horarios, las autorizaciones y exenciones y un sistema de control de cumplimiento y efectos en la calidad del aire, entre otros. 

Por ahora, desde la concejalía encargada de los fondos europeos, su responsable, Alfonso Polanco, ha dejado entrever que aunque hay que limitar el acceso a los vehículos a esta parte de la ciudad, hay diferentes formas de hacerlo. De hecho, el equipo de Gobierno de PP y Cs parece, al menos en principio, descargar una «peatonalización dura» y prefiere una «transformación progresiva similar a lo que estamos haciendo en Mayor Antigua». 

De entre las declaraciones realizadas sobre el tema hasta ahora, también se extrae que su intención es que el cierre al tráfico de la zona de bajas emisiones se restrinja a solo unos días de la semana (sábado, domingo y festivos) con el fin de facilitar que los residentes, el comercio, hostelería, el transporte público y el reparto coexistan. «Abriremos un proceso de participación a través del Plan de Movilidad, para ver las preferencias y cómo lo acomodamos»,  dijo el teniente de alcalde.

Habrá que esperar a la ordenanza para conocer los detalles, que también incluyen cuestiones como los contaminantes, las medidas de intervención municipal, las medidas específicas de restricción de tráfico, la señalización y la coherencia con la planificación municipal. 

De hecho, el acceso, circulación y estacionamiento en las zonas de bajas emisiones se autorizará en la ordenanza a través del un registro municipal de vehículos, además de los las sanciones a las que se enfrentarán los infractores. 

Dicho de otra forma, será en la ordenanza donde el Ayuntamiento defina con exactitud cuál es la zona de bajas emisiones de la capital -único municipio de la provincia que debe ponerla en marcha- así como las medidas que regularán su uso.