Los hosteleros reclaman mayor formación y más cualificada

César Ceinos
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Los empresarios consideran que una oferta académica adecuada acercaría trabajadores a los bares y restaurantes

Imagen de una terraza del centro de Palencia - Foto: Óscar Herrero

La falta de mano de obra preocupa en la hostelería palentina, pero aún más la escasez de «profesionales», es decir, de personas formadas en este sector y, si se tercia, con experiencia. En vísperas del inicio del primer verano sin las restricciones ligadas al coronavirus, en prácticamente todos los puntos de la provincia vaticinan que habrá puestos de trabajo que no se ocuparán esta campaña. Esta cuestión, que no es endémica de la provincia ni mucho menos, se está agravando en los últimos años y los responsables de las asociaciones empresariales del gremio consideran que el problema podría solucionarse o, al menos, reducirse el número de vacantes si hubiera más cursos adecuados tanto en la capital como en las cabeceras comarcales para atraer a futuros trabajadores hacia bares, cafeterías y restaurantes. La opinión es unánime. Ante el déficit de personal cualificado, la mejor opción es crearlo.

«La solución pasa por la formación académica. Hay que hablar con la Universidad de Valladolid (UVa) para que cree en el campus de la Yutera un grado en Hostelería para preparar y para formar a la gente que vea este sector como una salida laboral, no como el último recurso al que acude cuando no encuentra nada. Sería muy interesante», asegura el presidente de Hostelería Palencia, Alberto del Burgo, quien también reclama la instauración de más estudios de Formación Profesional relacionados con el mundo hostelero y su propagación por los institutos y centros especializados de FP de la provincia. «Hay en muy pocos sitios en la actualidad», añade.

En términos muy similares se expresan los portavoces de otras organizaciones de empresarios radicados en tierras palentinas. El máximo responsable de la Asociación General de Hostelería (la que forma parte de la Confederación Palentina de Organizaciones Empresariales -CPOE-), Jaime Antolín, considera que «es necesaria una buena formación» y asegura que ahora mismo no existe. «No hay una instrucción estatal en condiciones y realmente seria para que un camarero sea considerado un profesional como lo es un médico. Si esto no se da, vamos a seguir infravalorados y por ello será aún más complicado que tengamos camareros. La formación es fundamental en todos los ámbitos», insiste. De ahí que abogue por potenciar los estudios para servir en barra como se hizo con los de cocina, puesto que los existentes en la actualidad «están mal dados».

Por su parte, el principal responsable de la agrupación de Hosteleros Asociados de Cervera de Pisuerga, Diego Sardina, ratifica la importancia del aprendizaje para que el sector genere más empleo y de calidad. De hecho, recuerda que en el centro de la Montaña Palentina se celebró hace años un curso orientado a mujeres de la comarca y que el resultado fue muy positivo. «Se apuntaron 20 personas y creo que nueve o diez están trabajando a día de hoy en la hostelería, así que salió muy bien», sostiene. Ante este resultado, propone que haya formación «centrada en personas de sectores que pongan interés en formarse para después trabajar». No obstante, también reconoce que intentó poner en marcha un curso de sumiller, pero «no salió gente».

También en el norte, el presidente de la Asociación de Hosteleros de Guardo y comarca, Víctor López, cree que un grado de FP en el Alto Carrión facilitaría la contratación en la zona e incluso introduciría en el sector a personas que inicialmente no lo tuvieran previsto. «Si hubiera aquí estudios de hostelería sería la bomba. Irían mejor las cosas. Seguramente tendríamos a más gente para trabajar, porque por lo menos tendríamos un sitio a donde acudir cuando nos falte mano de obra. Si están estudiando para ser camareros podríamos preguntarles si les interesaría trabajar en verano y así adquirirían experiencia y pondrían en práctica lo que han aprendido», comenta.

Asimismo, el dirigente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Saldaña y comarca, Javier Cuesta, cree que sería positiva la ampliación de la oferta académica para formar a trabajadores, bien en la capital de la Vega-Valdavia, o bien en otro lugar cercano, como la villa guardense. «Estaría muy bien que hubiera algún instituto que formase para la hostelería. Con los chavales de la zona podríamos tener cubiertos los puestos de trabajo o por lo menos gran parte», sostiene.

GRAVEDAD. Los empresarios están reclamando más gente que en campañas anteriores y, en líneas generales, no encuentran la respuesta que buscan. «Faltan camareros, pero más que camareros, faltan profesionales», explica Del Burgo centrándose en la capital. En cambio, cuando habla del resto del territorio, comenta que la situación es bastante peor. «En los pueblos es más complicado», asevera. Esta afirmación la corroboran desde las asociaciones comarcales, que aseguran que la demanda de empleo en sus respectivos lugares de referencia es muy baja, incluso entre personas sin cualificar. «Estamos tirando de camareros de toda la vida que empezaron de jóvenes y de gente nueva que ponga interés», declaran desde Cervera. El punto de vista de Saldaña es parecido, al igual que el de Guardo. «Hemos tenido una reunión hace poco y a todos nos falta personal. Las temporadas de verano se hacían con estudiantes, pero ahora hay muy pocos que quieran trabajar de camareros», comenta Cuesta.

Las vacantes, por lo general, no provocarán cierres totales de establecimientos ni en la capital ni en la provincia, aunque algunos negocios sí que se verán obligados a adaptarse a la nueva situación. «Sé de compañeros que se están planteando no contratar a nadie y trabajar lo que ellos puedan. Así de claro», asegura Antolín. «Esto nos enseña a los autónomos a apañarnos por nosotros mismos. Si no puedo meter a nadie, trabajo un poco más y ya está», declara López. Más amplia es la declaración del presidente saldañés, quien manifiesta que «no se cerrarán establecimientos, pero gente que tenía nuevos proyectos personales en el sector no están tirando para adelante y los que estamos trabajando igual tenemos que reducir el número de reservas que atender».

A la hora de buscar las causas que expliquen las vacantes laborales en España en general y en Palencia en particular, los empresarios explican que la hostelería, y especialmente trabajar de camarero, «siempre ha sido considerada la segunda opción» hasta que surgían otras oportunidades, entre otras cosas, por los horarios. «Llega el domingo y ¿quién trabaja? Los camareros. Toda la gente tira hacia otras profesiones con horarios más acordes a lo que busca el 90% de la gente. Por lo que se ve las horas marcan mucho», explica Del Burgo. En este punto coincide con Sardina, quien comenta que hay personas que podrían trabajar en la hostelería y deciden enrolarse en otros sectores, como la industria, aunque cree que a la hora de la verdad el sueldo no es mayor.

Además, el responsable de la asociación saldañesa piensa que la despoblación y el envejecimiento del medio rural ejercen de agravante. «Aquí hay poca población, la que hay está trabajando y los que vienen en verano tienen otras prioridades que trabajar en la hostelería», explica antes de lamentar que la escasa comunicación de los pueblos pequeños con los grandes núcleos es otra barrera que franquear. «Yo, por ejemplo, con los anuncios que puse buscando personal se me ofreció gente de Palencia, pero luego, como no hay apenas transporte público, les sale mal venir y no les interesa el trabajo». En tierras guardenses, López critica que  siempre se haya priorizado a las urbes en detrimento de las localidades de tamaño reducido. «Si te han enseñando que la ciudad es mejor que el pueblo, ¿dónde vas a ir?», clama.

No obstante, también citan otros factores, como el cambio de hábitos de la sociedad, la falta de actitud o, simplemente, «que no quieren trabajar de camareros». Eso sí, rechazan que el sector explote a sus empleados. Del Burgo calificó de «propaganda pura y dura» los contratos «de cuatro horas y trabajos de doce», mientras que López anima a denunciar si algún empresario lo hace.

 

HOTELES

Eduardo Relea: «Cada vez es más complicado encontrar profesionales»

Los hoteles de Palencia afrontan el inicio del verano con menos dificultades de personal que los bares, restaurantes y cafeterías, según deja entrever el presidente de la Asociación de Empresarios de Hoteles de Palencia, Eduardo Relea. 

«Hasta el momento, por lo menos en nuestra zona y a lo que a nosotros se refiere, es una cosa que tenemos más o menos solventada porque no hay grandes diferencias entre las plantillas de invierno y verano como ocurre en otro tipo de destinos», asegura.

No obstante, reconoce que «cada vez es más costoso encontrar» camareros de barra y sala, personal de cocina y de limpieza. «La hostelería, por diversas causas, ha sido un sector secundario y profesionales, como tal, cada vez hay menos porque la gente se dedica por otras áreas. Cuesta un poco más porque la formación existente no cubre toda la demanda a nivel general», añade.