"El cambio parte de una igualdad en la educación"

Ismael Martín
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Desde julio del pasado año, la nueva Área de Igualdad y Mujeres Gitanas de la Fundación Secretariado Gitano tiene sello palentino. Su responsable atesora una gran experiencia

"El cambio parte de una igualdad en la educación" - Foto: Óscar Navarro

Consciente de las dificultades del colectivo gitano en materia de derechos y oportunidades, decidió unirse a la Fundación Secretariado Gitano con el fin de contribuir  a cambiar la situación de inferioridad y discriminación en los ámbitos laboral, educativo y sanitario. A las funciones propias de la coordinación de la Fundación en Palencia que desempeña Celia Gabarri Hernández (1977), se suman desde julio del pasado año las de responsable del Área de Igualdad y Mujeres Gitanas. 

Como asegura Celia Gabarri desde su propia experiencia personal y profesional, la mujer gitana tiene que hacer frente a obstáculos mayores en su día a día y eso se constata en los diferentes programas que desarrollan en la Fundación como es el caso del Sara-Romí para la mejora en la inserción laboral de estas mujeres vulnerables. 

Desde julio es la responsable del Área Nacional de Igualdad y Mujeres Gitanas. ¿Cómo afronta esta nueva etapa profesional?

Es un reto pues en el tema de género estamos en un momento delicado. Estamos en un proceso de transformación en la igualdad y ahí lanzaría el mensaje de que todos tenemos que ir a la par. Por otra parte, supone un orgullo. No me esperaba esta designación pues estas figuras están en la sede central, aunque llevo una trayectoria extensa en temas de género en la entidad pues he coordinado el grupo de mujeres gitanas, GMG. Además, con las nuevas tecnologías y las buenas conexiones, me permite trabajar entre Madrid y Palencia compaginando mi vida personal con la laboral. 

¿Por qué se ha decidido crear este área?

El tema de género siempre ha tenido cabida en nuestros programas, pero se trabaja de una forma transversal, es decir, con indicadores, haciendo especial hincapié en la promoción de las mujeres, pero no existía un área como tal. Considero que es necesario porque estamos en un momento delicado de crisis ideológica con el feminismo pues este debe ocupar toda la agenda política y tiene que haber también esa mirada de feminismo gitano. Las mujeres gitanas tienen que estar en los programas y tener mayor incidencia política, que es una de las tareas que va a tener la nueva área: que las mujeres y niñas gitanas formen parte de la agenda, cuestiones de portavocía para mejorar la imagen social que se tiene de las gitanas y temas de programas tranformadores que generen cambios y ese empoderamiento necesario por parte de la propia comunidad gitana y de las niñas y de las mujeres gitanas.  

¿Qué objetivos persiguen con su creación?

Hay varias partes. El área se ha creado para lograr incidencia política, para que las niñas y las mujeres gitanas formen parte de la agenda política y de los programas haciéndose especial mención en los planes de igualdad de los territorios, en la ley de prevención de la violencia de género, etc. Asimismo, que tengan representación en las mesas y consejos locales y estatales. Dentro de la propia Fundación Secretariado Gitano,  la igualdad de oportunidades tiene que ser una premisa de nuestro trabajo diario como profesionales. Y luego dentro de la propia comunidad la herramienta y la clave está en trabajar en esa promoción con las mujeres.

¿Qué programas en clave de igualdad se desarrollan en la Fundación Secretariado Gitano?

Antes de la creación de esta nueva área ya teníamos un programa específico de mejora de empleabilidad. En Palencia es el Sara-Romí, financiado por el Ministerio de Igualdad y en el que trabajamos con las mujeres la mejora de su acceso al empleo. En este programa hay una parte de habilidades sociales y competencias digitales y otra de formación con prácticas.

¿Qué perfil tienen las mujeres que participan en el programa?

El perfil de mujeres del programa es el que tiene una situación académica media-baja. Trabajamos con unas 15 personas por edición. El objetivo del programa es que las mujeres mejoren su autoestima y sus habilidades sociales para enfrentarse a una entrevista de trabajo o acceder a servicios para tener esas comptencias mínimas digitales. Y luego les habilitamos con una parte de formación ocupacional. Ahora mismo soy responsable del área de igualdad de género y mujeres gitanas de la fundación. Hasta ahora hemos llevado a cabo dos ediciones por año, pero la idea es que a partir del próximo año se haga una anual. 

¿Cuáles son los principales problemas a los que se enfrenta la mujer gitana?

Los problemas de las mujeres gitanas son los mismos que puede tener una no gitana, pero cuenta con el tema del papel que jugamos dentro de la propia comunidad, que es un papel que está aún muy afianzado en ser cuidadora, muy responsable de la educación y de la socialización de la familia. Es un pilar fundamental dentro de la constitución de la familia, pero eso también redunda en mayores responsabilidades. Y luego está el tema de la discriminación. La mujer gitana tiene una carga discriminatoria mayor que la que tienen un hombre gitano y una mujer no gitana. Luego hay factores que se van sumando, como son el barrio donde reside, la situación económica y educativa o la brecha digital, y hace que aumente la situación de vulnerabilidad. Cuando esta es muy extrema, las opotunidades disminuyen. A las mujeres les cuesta mucho más que a los hombres. Por ejemplo, la empleabilidad de la mujer en nuestros programas está siendo muy baja. De 103 contrataciones que se realizaron el pasado año, solo el 35,92% eran mujeres.

¿La situación de inferioridad de la mujer gitana se debe a que hay más machismo en este colectivo?

No creo que sea una cuestión de ser más o menos machista sino de que las mujeres aún no han emprendido ese proceso de empoderamiento. Ahora es el momento en el que las mujeres gitanas tendrán que entender que ese empoderamiento tendrá que venir por ellas. 

¿Por dónde pasa el cambio?

El cambio viene con una igualdad en la educación, con dotar de habilidades sociales y con ese despertar a las propias mujeres gitanas para que entiendan que la igualdad y el feminismo solo conlleva aspectos positivos para todos. 

Lleva casi 20 años en la Fundación Secretariado Gitano, ¿qué valoración hace de este tiempo?

Es muy positiva, se han transformado vidas de muchos gitanos a nivel de empleo, de educación. Tenemos a personas que entraron en el programa Promociona siendo participantes y ahora son técnicos en programas trabajando en la propia entidad. Ahí se ven los frutos de la labor que hemos ido realizando. 

¿Qué barreras se han logrado romper durante estos años?

Un objetivo ha sido mejorar la empleabilidad de la comunidad gitana es muchos aspectos. Cada vez hay más gitanos con una formación educativa: hay más abogados, médicos, trabajadoras y educadoras sociales. También se ha logrado romper la barrera de la discriminación en el ámbito del empleo y en la educación las expectativas son mayores. 

¿En qué situación se encuentra la comunidad gitana?

La visión propia que tienen los gitanos ha cambiado y ahora es más de participación, de entender que tenemos que ser protagonistas de nuestro propio cambio. Pero a la hora de la discriminación étnica hay muchas barreras que todavía no se han podido derribar. Por ejemplo, a la hora de acceder a una vivienda, en el momento que ven o que saben el apellido no se lo alquilan a esa persona y eso impide la garantía de derechos y de igualdad de oportunidades. Si no tienes una vivienda digna es mucho más difícil que puedas tener un acceso al empleo en normalidad y todo es una cadena. En educación se ha avanzado mucho y ahora sí que es del propio interés de los gitanos porque ven que la única herramienta para tener una mejor promoción es la educativa, pero todavía queda mucho por hacer. 

¿En Palencia la situación es similar al resto del país?

Los gitanos somos diversos y la situación en cada comunidad también es diferente. Del mismo modo, las políticas sociales pueden ser distintas. Palencia ha sido una ciudad pionera porque aquí ya venimos de un asociacionismo de mujeres payas y gitanas, la asociación Romí ya había hecho una gran labor. Aquí siempre ha habido una base asociativa y se ha apostado por la interculturalidad. Eso ha repercutido en la forma de entender la participación. 

¿Qué tipo de proyectos lleva a cabo la Fundación?

Los programas siempre han partido de que sean innovadores y transformadores, no con un matiz asistencialista ni caritativo. La misión principal es la promoción integral de la comunidad gitana a través de nuestros programas y de la participación propia de los gitanos en ellos. Nuestros programas principales son Acceder, que promueve la mejora de la empleabilidad; Promociona, que pretende conseguir el éxito académico, y ahora tenemos el programa Calí que es la mejora de empleabilidad específico para mujeres y niñas gitanas. Entre todos nuestros programas hemos atendido este año a un total de 337 personas. 

¿Con qué apoyos institucionales cuenta la Fundación para llevar a cabo los diferentes proyectos?

La mayor financiación es a través de los fondos europeos y con programas de la propia Junta de Castilla y León. También disponemos de una cofinanciación a nivel local por parte del Ayuntamiento, aunque es una parte muy pequeña. 

¿Qué repercusión tuvo la pandemia en la situación de la comunidad gitana?

La pandemia y la crisis existente en este momento han hecho que las personas que están en una situación de vulnerabilidad estén aún peor. La vulnerabilidad está afectando en mayor medida a muchos gitanos. Además, hemos observado que la brecha digital en la propia comunidad gitana hace que la vulnerabilidad aumente muy rápido. Es un problema que afecta a muchas personas en situación de vulnerabilidad, a las personas mayores, en el ámbito rural y a la comunidad gitana de forma muy directa. El carecer de recursos digitales hace que seamos ciudadanos de segunda. 

Respecto a la discriminación, ¿se dan ahora más casos que antes? 

Por desgracia siempre aumentan. En 2022 se produjeron 554 casos de discriminación, mientras que el año anterior fueron 422 y en 2020, un total de 368. Cabe destacar que cada vez hay mayor sensibilización y la gente utiliza más el servicio de denuncia. Además está la aplicación efectiva de la ley integral para la igualdad de trato y no discriminación aprobada en julio de 2022, donde se hace mención específica al antigitanismo. Ya era hora de que llegase una ley que pueda reforzar esa igualdad y que es una cuestión de enfoque de derechos.  

¿En qué momento se halla el índice de escolarización?

Los gitanos han sido ciudadanos de pleno derecho desde la Constitución. Cuando alguien dice que tienen un nivel educativo muy bajo, no dan importancia a la educación; considero que hay que tener una proyección del pasado. La gente somos así porque hay un pasado que hace que tengas este presente y unas miras hacia el futuro. Es importante tener en cuenta la historia de la comunidad gitana en este país y es bastante reciente. En el ámbito educativo creo que queda mucho por hacer por el propio sistema y por la comunidad gitana, pero en temas de escolarización está superado. Hay una normalización de la escolarización educativa y ahora tenemos el reto de conseguir el éxito académico y la obtención de la educación secundaria.

Señala que en materia de educación se han logrado avances, pero queda mucho por hacer. ¿Dónde está la clave?

La comunidad gitana tiene que entender la educación como un derecho, no como un deber, porque así podremos ser protagonistas de nuestro propio avance. La herramienta para una promoción integral es la educativa.La propia comunidad gitana tiene que apostar más por la educación y el sistema educativo tiene que tener una mirada interseccional e intercultural. Hay aulas multiculturales, pero no una interculturalidad. 

 Lo último que no se debe permitir en educación son los colegios segregados, que todavía hay muchos en este país. Los colegios segregados no funcionan porque no ofrecen igualdad de oportunidades. En Palencia hay colegios de este tipo y eso hace que la educación de esos niños no parta de las mismas oportunidades porque no tienen referentes en el aula. La segregación escolar no conduce a un éxito académico y los estudios lo demuestran. 

Otro aspecto a tener en cuenta es la erradicación del chabolismo

Sí, precisamente hace unas semanas la Fundación lanzó una campaña, chabolas.org, sobre esta cuestión. En Palencia la verdad es que la erradiucación del chabolismo fue un éxito cuando se empezó con el plan municipal de minorías étnicas. Es cierto que hay barrios segregados con una mayor cantidad de población gitana, pero somos una ciudad privilegiada porque no existen chabolas. Eso ha generado mejores oportunidades. Creo que solo quedan ya en Venta de Baños unas pequeñas chabolas, pero había predisposición de erradicarlas y están dentro del plan de atención de la vivienda de Castilla y León. 

¿Retos de futuro que se marcan desde la propia Fundación?

El principal reto es la educación. Los datos son aún alarmantes en el éxito académico y eso no se puede permitir. Además, es la única herramienta de promoción. El tema educativo es un reto y tenemos que mejorar los datos sí o sí.