La estación del tren burra de Villamartín, en la Lista Roja

Rubén Abad
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La línea de los Secundarios de Castilla funcionó durante 57 años y su desarrollo contribuyó a la progresiva desaparición del transporte en barcas por el Canal

La estación del tren burra de Villamartín, en la Lista Roja

«Estación de interés histórico industrial totalmente abandonada y en ruina con riesgo de desplome. Se observa ausencia de tejados, ventanas y puertas, así como vigas dañadas y desencajadas, desplomes, escombros, heces de aves, basura y grafitis». Así describe la Asociación Hispania Nostra a la estación del tren burra de Villamartín de Campos, última incorporación de la provincia a la Lista Roja del Patrimonio, que aglutina ya 41 bienes a lo largo y ancho de la geografía palentina.

Según destaca la entidad en su portal web (www.listaroja.hispanianostra.org), el edificio principal de la estación es de planta rectangular con tres alturas. Los dos primeros pisos tienen una planta simétrica, mientras que el tercero es más pequeño y desde una visión frontal se asemeja a la forma de una espadaña. La base de la estación es de sillería, mientras que el resto del edificio está construido con ladrillo. La dotación muestra un patrón semejante a otras como los de Mazariegos y Castromocho.

Los ventanales y puertas cuentan en su parte superior con unos arcos, y, están rodeados por ladrillos que sobresalen a modo decorativo. Cuenta con dos edificios próximos también muy deteriorados, uno de ellos tiene pequeños vanos poligonales de doce lados en su parte superior formados por ladrillos.

secundarios de castilla. Los llamados trenes burra, eran antiguas líneas de ferrocarril de vía estrecha, conocidas con tal nombre por la lentitud de los trenes que recorrían la línea. 

Esta ruta en cuestión conectaba Palencia capital con Villalón de Campos, en la vecina provincia de Valladolid. Formaba parte de los considerados trenes secundarios de Castilla. El tramo palentino se inauguró en el año 1912, con la presencia del rey Alfonso XIII. La línea funcionó durante 57 años y su desarrollo contribuyó a la desaparición del transporte por el Canal de Castilla.

Todas la estaciones de la línea eran de ladrillo y la gran mayoría tenían la misma planta. En todas ellas había un muelle cubierto y otro descubierto, una grúa giratoria y un puente-báscula.

A día de hoy ha sido trasformado en vía verde, pero muchas de sus singulares estaciones se encuentran en estado de abandono y ruina como es el caso de la de Villamartín de Campos. El recorrido permite observar la comarca natural de Tierra de Campos, sus cultivos de cereal y sus extensos humedales recuperados.