Rolls-Royce ha anunciado actualizado el Phantom con una serie de ajustes sutiles destinados a mantenerlo competitivo frente a Mercedes-Maybach y Bentley.

La octava generación de Phantom se presentó en 2017. Al crear la nueva expresión, los diseñadores e ingenieros se guiaron por las solicitudes de los clientes, quienes imploraron a la marca que no hiciera cambios importantes en un automóvil ya icónico. En respuesta a estas demandas, únicamente se han incorporado los más ligeros toques de diseño, adornos y adaptaciones. De hecho, no se trata de lo que debe cambiarse, sino de lo que debe preservarse y protegerse.

Los ajustes principales incluyen una parrilla delantera ligeramente reelaborada, que presenta una insignia más prominente y un acabado oscurecido y ahora está iluminada, como en el Rolls-Royce Ghost más pequeño.

El rey del asfalto mantiene su línea

También se ha agregado una nueva línea horizontal pulida entre las luces de circulación diurna y le da al automóvil una «modernidad nueva y asertiva, que refleja su carácter centrado en el conductor».

El suntuoso interior permanece casi inalterado: el volante se ha hecho un poco más grueso, proporcionando un punto de contacto más conectado e inmediato para el propietario o el conductor.

Ahora, Phantom incluye el debut de Rolls-Royce Connected. Esto permite al cliente enviar una dirección al automóvil desde Whispers, la aplicación para miembros privados de la marca, que proporciona una navegación fluida a un evento, restaurante, concesionario o incluso a la propia casa británica.

Rolls-Royce Connected muestra la ubicación del automóvil y el estado de seguridad. Además, con solo tocar un botón, el propietario puede ponerse en contacto con el concesionario.

El rey del asfalto mantiene su línea

Por otro lado, los propietarios pueden optar por un nuevo esquema de color interior blanco plateado llamado Phantom Platino, que va equipado con una tela derivada del bambú para los asientos traseros, mientras que se usa cuero para los delanteros.

No se han realizado otras modificaciones, por lo que el Rolls-Royce Phantom continúa con el mismo motor V12 de 6,75 litros que ha utilizado desde su llegada en 2017.