«Continuista», «clientelista», «lamentable», «triste», «incompleto» o «anclado en el tiempo» fueron algunos de los calificativos que empleó ayer el coordinador provincial de Izquierda Unida, Juan Antonio Pérez, a la hora de referirse al Presupuesto de la Diputación para 2022, que se eleva a los 80,6 millones de euros.

Unas cuentas provinciales que, a juicio de la formación de izquierdas, están de espaldas a la ciudadanía y «no atienden» cuestiones prioritarias para Palencia y los palentinos citando, como ejemplo, el ERE de Unicaja, el ERTEde Renault, la crisis demográfica, el paro, la pobreza energética o los problemas de conectividad que arrastra desde hace décadas el medio rural. «El mundo avanza, y aquí nos hemos quedado anclados en el tiempo», lamentó Pérez. «Nos van a llevar a la completa desaparición», añadió.

El portavoz de Ganemos en la Diputación, Eduardo Hermida, manifestó sentirse «más ninguneado que nunca» a la hora de trabajar en las enmiendas del Presupuesto. Yes que, según denunció, «el equipo de Gobierno no tenía ninguna intención de escucha activa» al estudiar las 22 enmiendas que ha presentado su grupo, por valor de 2,5 millones de euros. Una situación que le llevará a votar no en el pleno extraordinario de mañana en el que se debatirán las cuentas.

Entre sus propuestas figuran líneas de subvenciones a teleclubes, programas de restauración de viviendas y subvenciones para los jóvenes que adquieran una, supresión de barreras arquitectónicas, ayudas de emergencia a municipios, apoyo a colectivos del tercer sector, fomento de nuevos cultivos de frutos secos o convertir a Palencia en plató de cine. Además, afeó los 619.000 euros en ayudas directas que recibirá el obispado, al que calificó como «el municipio 192».