El campo pide agua para salvar la campaña «más cara»

Jesús Hoyos
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Las organizaciones agrarias temen una cosecha reducida por las altas temperaturas y con una baja rentabilidad debido a los costes

Las opas comparten la incertidumbre ante la cosecha, que se prevé buena siempre que vengan más lluvias. - Foto: Óscar Navarro

Los agricultores de la provincia miran al cielo esperando que su patrono obre un milagro y llueva tras una semana de altas temperaturas que ha puesto en peligro una cosecha en Palencia que «pinta bien». La consideran la campaña «más cara» de la historia por los elevados costes de producción que el campo lleva meses experimentando.

Comparten esta incertidumbre los responsables de las tres principales organizaciones agrarias. El presidente de Asaja, José Luis Marcos, le pide a San Isidro Labrador agua «inmediatamente» y temperaturas más suaves, cercanas a los 20 grados. Recuerda que, en invierno, el campo «no estaba muy bien» por las heladas y la falta de lluvias, pero que, en marzo y abril, gracias a las precipitaciones, el campo mejoró. Sin embargo, la ola de calor de la semana pasada puede afectar negativamente a la producción. Por eso espera, «como agua de mayo», más lluvias. Sin ellas, «se perdería bastante», aunque aún sin números concretos.

Desde UPA, su responsable Blas Donis considera en el mismo sentido que las perspectivas de cosecha de cereal en el conjunto de la provincia son buenas «si acompañan las lluvias». Aún queda ayudar al regadío con más agua y en secano el intenso calor «ya afecta negativamente a las zonas ligeras de canto», precisa. En cuanto al resto de cultivos, cree que la colza está «bien planteada». El primer corte de los forrajes ha sido bueno y recuerda que la remolacha casi ha desaparecido por las escasas previsiones de agua en febrero y su menor rentabilidad frente a otros cultivos. «La gente se echó para atrás», apunta. Con el maíz y el girasol que se planta estos días «no debería haber problemas».

Por su parte, el presidente de COAG, David Tejerina, ya adelanta algo de reducción en la cosecha. «El grano no está preparado para estos calores, no son buenas condiciones y queda mermado», detalla. Tejerina puntualiza que «estamos ante la campaña más cara de la historia de la provincia» por los precios de la electricidad, del gasóleo y de los fertilizantes. «Podría darse la paradoja de que, con una buena cosecha, tengamos una baja rentabilidad porque los precios no acompañen y no se llegue a cubrir los costes de producción», alerta.

 

Buena calidad. A nivel sanitario, los cultivos presentan un buen estado y calidad, sin enfermedades ni plagas que les hayan afectado, salvo «algún foco concreto y no muy grande de topillos, que vinieron para quedarse». «Al cereal se le ha podido tratar a tiempo para que tenga una buena sanidad vegetal. Eso ha favorecido que esté bien pese a la humedad, que es lo que produce hongos», explica Donis. Gran parte del girasol está por nacer y la campaña de los forrajes está al 100% mientras se siegan vezas y alfalfas.

Por comarcas, Campos se encuentra en buenas condiciones, igual que el Cerrato y el norte. Este último no requiere tantas lluvias y humedad porque se trata de un entorno fresco.

En lo referente al regadío, la situación no era muy buena antes de abril, pero el mes pasado dejó una buena cantidad de agua que permitió a los pantanos recuperar parte de su capacidad. «En abril no tuvimos que regar gracias a las lluvias, por lo que la campaña de regadío no ha empezado hasta mayo; de momento, tenemos para los cereales, pero no sabemos hasta cuándo», expresa Marcos, quien también refleja un descenso en la siembra de maíz porque necesita agua hasta el final de su estado vegetativo y sus costes de producción -abono y energía para regar- son muy altos. 

Precisamente maíz y remolacha han sido sustituidos por el girasol, un cultivo por el que muchos agricultores han optado para la recta final de la campaña debido a su buen precio y a que no necesita tanto agua. «Es algo a tener en cuenta porque en muchos sitios se riega con motores, eléctricos o de gasóleo, que incrementa los costes», subraya Tejerina. 

 

Precios. El precio de los cultivos se prevé bueno, incluso con ligeros incrementos en el caso del cereal y el girasol. José Luis Marcos recuerda que se trata de algo volátil, especialmente en el contexto actual que vive Europa con la invasión rusa en Ucrania y el país del Este pendiente de poder dar salida a toneladas de cosecha que podría afectar al precio español. En todo caso, esto dependerá de lo recogido. Unas cantidades con  las que los agricultores, esperan, al menos, recuperar lo ya gastado. «La rentabilidad puede estar ajustada, ha costado mucho dinero ponerla en marcha», recuerda Donis.