La ITA cierra con 80 asistencias sanitarias

J.R&J.L.R.
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Un espacio de unas 3,5 hectáreas acotado en Ribera Sur reunió a 12.000 jóvenes en una fiesta animada por nueve dj que actuaron cada uno durante una hora. De los casi 60 autobuses, 35 procedían de Valladolid

La ITA cierra con 78 asistencias sanitarias - Foto: Sara Muniosguren

Jueves noche. Vale que se sale, pero este pasado la calle Mayor y establecimientos hosteleros todoterreno con solera, llegada la hora de la Cenicienta -a eso de las 22- presentaban una imagen inusual, anticipo de la que se repetiría por la mañana -ya con material fungible- de decenas de jóvenes con la mirada puesta en la fiesta universitaria por excelencia en esta latitud, la de la ITA.

Juan Manuel González Becerra,  inspector jefe de la Policía Local, comentaba a media mañana que «todo transcurría con normalidad, según lo previsto». «Se abrieron las puertas minutos antes de las 11 horas, ya con un cola numerosa, con una entrada ordenada», añadió.  Ya  concluida la fiesta,  hizo un balance «satisfactorio», y es que «no hubo incidentes relevantes -lesionados, agresiones-», además de que todo se desarrolló sobre el horario previsto, con la entrada de autobuses y la carga de viajeros y salida «con total normalidad».

La Policía Local dispuso de 85 efectivos, repartidos en turnos de mañana, tarde y noche, que trabajaron de manera conjunta con Policía Nacional (más de un centenar), que desplazó unidades especiales. Además, se contó con la coordinación de la Guardia Civil para el control de los accesos a la ciudad y de la seguridad privada de la propia organización, que se elevó a unas 70 personas.

Desde el corazón de la fiesta, David Blanco, alumno de la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias del campus palentino, explicó que detrás de la ITA estaban representantes de cada una de las cuatro titulaciones del centro, este año dos por grado, y recordó que el aforo  era de 12.000 personas, 2.000 más de las inicialmente previstas ante la tremenda demanda, lo que exigió  más seguridad y  más sanitarios.

Según explicó González Becerra,  en el parque Ribera Sur se acotó para la fiesta de ITA  una superficie cercana a las tres hectáreas y media con vallas de dos metros de altura. Así, pudieron verse espacios con una elevada concentración de jóvenes, en especial alrededor del escenario por el que desfilaron nueves dj  -Hache, DJ Rega, Mixeer, Cris Rax, Kiko MX-G. Pedrosa, Davoblack, María Arias, Superpig y Héctor Calderón- y una zona de sombra, frente a otros algo más despejados, con menos concurrencia.

Desde el dispositivo sanitario, contratado por la organización a Cruz Roja, Antonio Tejedor comentó que estuvieron muy tranquilos en las primeras horas,  con apenas un número de actuaciones que se contaban con los dedos de una mano; picaduras y alguna torcedura en su totalidad. También hizo hincapié en que era un día propicio a síncopes y golpes de calor, que se combaten con sombra e hidratación.  El día concluyó con 80 atenciones, con tres traslados al hospital  (uno por intoxicación etílica y dos por insuficiencia respiratoria aguda, posiblemente por alergias, o el calor), según los datos facilitados. A modo de resumen, el 70% corresponde a traumatismos, picaduras y cortes y el 30% a intoxicaciones. «Un número mucho más bajo que otros años. Esperábamos mucho más, la verdad», afirmó Tejedor.  En cuanto al despliegue, hubo dos hospitales de campaña, con nueve camas cada uno -no suele estar la persona más de 10 minutos según la experiencia de otros años-,  dos médicos, tres enfermeros, un auxiliar de enfermería, tres unidades de soporte vital básico, un soporte vital avanzado y 64 personas.

El parque estuvo vigilado durante la celebración de la fiesta de la ITA  a través de dos drones del Servicio de Medios Aéreos de la Policía Nacional, procedente de Cuatro Vientos (Madrid). Control que se complementó con la labor de la Unidad de Seguridad y Protección Aérea de Castilla y León, encargada de localizar e inhibir aparatos sin autorización.

Los primeros en abandonar la fiesta fueron los jóvenes llegados en 56 autobuses: 35 de Valladolid, 11 de Burgos, tres de Salamanca, dos de Cantabria, dos de León, uno  de Zamora, uno de Segovia y uno de Madrid. A las 20 horas dejó de haber música y empezó a salir la gente. En una hora debía estar despejado porque a las 21 horas los servicios de limpieza se pondrían en marcha, labores contratadas por  la propia organización de la fiesta aunque iba a estar personal de Urbaser para comprobar que quedaba en orden.