Los necesitados aumentan un 32% por la inflación y el covid

Alberto Abascal
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Los beneficiarios del Banco de Alimentos pasaron de los 2.670 de 2019 a los más de 3.500 contabilizados desde enero

Un momento de la colocación de los productos en el Banco de Alimentos. - Foto: SARA MUNIOSGUREN

La inflación y el conflicto bélico en Ucrania provocarán un repunte del 20% en el número de personas que acuden a los bancos de alimentos en busca de ayuda en los próximos meses, según las previsiones  de la Federación Española de estas entidades (Fesbal). La federación alerta de que estamos ante un nuevo escenario de emergencia social: la escalada de los precios se ha solapado con la pandemia y está cronificando la situación de pobreza alimentaria que ya sufrían muchas personas en España. La cifra actual se mantiene cerca de los 1,5 millones de usuarios registrados en 2021 y amenaza con volver a dispararse por la inflación.

Además, la nueva crisis no solo está afectando a miles de ciudadanos en situación de vulnerabilidad, sino también a los propios bancos de alimentos de todo el país y a las entidades sociales encargadas de repartir comida en los barrios. Por culpa de la subida de precios, cada vez reciben menos donativos y excedentes para abastecer sus almacenes de provisiones y han tenido que reducir en más de un 10%, según los primeros cálculos efectuados, la cantidad de alimentos que distribuyen. También les ha afectado el retraso en la llegada de los fondos europeos. Y es que tras dos años de emergencia social derivada de la covid-19, en los últimos meses se ha producido un aumento generalizado de los precios y una gran pérdida de poder adquisitivo para muchas familias.

El caso es que los números cantan y concretamente el reparto de comida a través del Banco de Alimentos de Palencia se ha disparado sustancialmente en el último lustro, especialmente a consecuencia de la pandemia y ahora por la crisis provocada por la alta inflación y la invasión de Ucrania por parte de Rusia. El balance de 2020 por parte de la ONG con respecto a 2019 reflejó un incremento de un 125,7%, pasando de 106.046 kilos a los 239.422, mientras que en 2021 la cantidad de alimentos distribuidos entre los más necesitados se elevó a los 180.446 kilos.

En cuanto al número de usuarios totales del servicio alimenticio, se pasó de 2.670 durante 2019 a las 3.274 de 2021, incrementándose también las familias beneficiarias, que han pasado de 367 de 2019 a las más de 600 actualmente. En 2020, el año del inicio de la pandemia del coronavirus, el número de usuarios atendidos fue de 3.047 aunque entre los meses de junio y abril, justo en el confinamiento, esta cifra se elevó a los 3.757, según los datos aportados a este periódico por la secretaria y tesorera del Banco de Alimentos, Rosa Ortega Bravo.

 «Cuando yo comencé mi labor en la entidad hace cinco años el número de usuarios no pasaba de los 1.800, es decir la mitad de los que atendemos actualmente», comenta a Diario Palentino Ortega Bravo. Apunta que durante los primeros seis meses del presente año han entrado en el Banco de Alimentos de Palencia 65.944 kilogramos (29.066 kilos por parte de empresas, 3.722 de colectas, 5.859 de excedentes y 27.297 procedentes de otros bancos de alimentos) y se han repartido 66.715 kilogramos para atender 3.535 usuarios. Asimismo, 6.957,80 kilogramos llegaron de la Unión Europea en la primera fase de la FEAD que sirvieron para atender a 301 palentinos necesitados, mientras que en la segunda fase llegaron otros 12.983,8 kilogramos que servirán para paliar las necesidades de 301 personas.

menores. La secretaria y tesorera del Banco de Alimentos explica a DP que la situación que se vive es un tanto «atípica» respecto a 2019 y el perfil de la persona que precisa de ayudas alimentaria es el de «personas jóvenes, en general familias con niños en edad escolar con progenitores inmersos en un ERTE o ERE cuya prestación no han podido cobrar a tiempo y están pendientes de recibir un dinero necesario para afrontar gastos y necesidades básicas». De hecho, entre las más de 600 familias atendidas a lo largo y ancho de la provincia en el primer semestre del año hay 183 menores (27 de entre 0 y 2 años, 76 de entre 3 y 10 años y 80 de entre 11 y 17 años).

En este sentido, la voluntaria de la ONG agradece las numerosas donaciones de productos no perecederos procedentes de empresas privadas y particulares. «Gracias a ello ha habido una entrega sustancial de alimentos que hemos podido repartir entre quienes tienen esta necesidad, aunque ahora mismo tenemos problemas para llegar a todos. El reparto lo canalizan directamente las distintas asociaciones colaboradoras a las familias, entre ellas Cruz Roja, y luego están los casos de personas que proceden de la valoración que realiza la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento y otras organizaciones como Cáritas y así hasta 32 asociaciones como Raíces de mi tierra, En Familia, Fademur, Corazón Latino, Aldama o RETO», expone.

AUMENTO SOSTENIDO. En lo que va de año, aunque la ONG no dispone aún de cifras concretas, la demanda de alimentos por parte de personas en riesgo de exclusión sigue al alza. «La situación económica es difícil y, si alguien está en paro, ojalá que lo llamen pronto pero desgraciadamente no suele ser así. No quiero ser pesimista, pero las cosas no son tan rápidas ni tan fáciles de cambiar», arguye

Por ello, Rosa Ortega considera que a corto y medio plazo va a haber muchas personas o familias que sigan necesitando los alimentos que se encargan de descargar, clasificar y almacenar. Entre los donantes de  productos no perecederos cita a empresas como Prosol, Galletas Gullón, Mercadona o Grupo Siro, junto a la entrega de donativos realizados por particulares en supermercados, destinados a comprar comida.

Los lotes de productos preparados, gracias a la labor de ocho voluntarios, están compuestos esencialmente por pasta, legumbres, aceite, leche, tomate, café, conservas de pescado y cacao y, cuando la ocasión lo requiere, se incluye fruta fresca. A través de la página web granrecogidadealimentos.org/palencia se puede donar la cantidad que se desee O hacer una compra para la institución. 

«Hay gente que piensa que algunos de estos alimentos luego aparecen en los contenedores de basura. Me resisto a creerlo porque, en realidad, existe ahora mismo una enorme necesidad. La gente lo está pasando realmente mal en Palencia. La provincia está en una situación muy complicada», se lamenta Rosa Ortega Bravo.  Por otro lado, el Banco de Alimentos de Palencia, situado en el polígono industrial de la capital, también subsiste con dificultades. 

Debe afrontar mensualmente un alquiler mensual por la nave de 6.000 euros, además de los gastos de luz, agua y combustible. «No tenemos calefacción, aunque en el último ejercicio hemos contado con la subvención de la Diputación de 3.300 euros y otros 2.946 euros del Ayuntamiento. A partir de aquí, trabajamos con las aportaciones de los palentinos, particulares y entidades, para poder ejercer nuestro trabajo ya de por sí complicado», apunta Rosa Ortega Bravo.  Por lo demás, la Asociación Banco de Alimentos de Palencia tiene abierta una cuenta en la Caixa para todo aquel que quiera hacer su donativo en favor de la institución: ES81-2100-1258-8202-0019-7625.