Cabo Vírgenes crea 37 empleos para procesar marisco

J. Benito Iglesias
-

Con el gambón argentino como producto estrella prevé contratar más plantilla en octubre con una ampliación de sus instalaciones en la capital, facturó 48,64 millones de euros en 2021 y cuenta con 70 puestos de trabajo directos

Cabo Vírgenes crea 37 empleos para procesar pescado - Foto: DP

La empresa Cabo Vírgenes España, dedicada a la producción y distribución de marisco y pescado congelado y envasado a través de su planta de procesado en el polígono de San Antolín, ha lanzado una oferta de empleo para seleccionar y contratar a 37 nuevos trabajadores. Desde que se puso en marcha en 2017 la instalación principal, tras dedicarse solo antes a almacenar langostino austral o gambón y venderlo, se dio un salto cuantitativo y cualitativo con el procesado y comercialización, convirtiéndose en una de las principales compañías del sector en el mundo. En la actualidad se cuenta con 70 puestos de trabajo directos, incluyendo al personal de oficina y  el que pertenece a la planta de procesado. El aumento de la demanda existente ha hecho precisa la incorporación inmediata de operarios para pasar de uno a dos turnos de trabajo, según explicó ayer la compañía a DP.

Para cubrir los puestos vacantes de operario de procesado hay que estar en posesión del título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y tener un perfil de personas activas, responsables y con ganas de trabajar, además de contar con destreza manual. Los currículums pueden enviarse a través del formulario que figura en su página web en ell enlace https://www.cabovirgenes.es/empleo/.

Tras crearse en enero de 2012, Cabo Vírgenes amplió su nave principal y adquirió otras dos parcelas cercanas en 2021 para contar con mayor capacidad productiva y una inversión de 4 millones de euros. «Para octubre está prevista la finalización de las obras de la nueva ampliación en una nave anexa, con una parte dedicada a instalación de un sistema de refrigeración de alta eficiencia energética para mejorar la calidad del producto y otra dedicada a fabricación donde se crearán nuevos puestos de trabajo», concretó Daniel de Nicolás, responsable de Comunicación y Marketing de Cabo Vírgenes.

Cabo Vírgenes crea 37 empleos para procesar pescadoCabo Vírgenes crea 37 empleos para procesar pescado - Foto: DPLa empresa, con presencia en Palencia y Argentina, posee más de 40 años de experiencia. Los dos socios de Cabo Vírgenes, el palentino Pedro Mielgo y el argentino Eduardo del Río, este descendiente del pueblo leonés de Toralina de la Vega, iniciaron su relación en 2008 cuando el segundo comenzó la comercialización de langostinos salvajes procedentes de la Patagonia en Argentina y buscaba alianzas para exportar su producto. Actualmente sigue en expansión y crecimiento con una flota de 14 barcos en Argentina a los que hay que sumar aquellos contratados para cada campaña de pesca. La producción diaria es de 120 toneladas y en los últimos años Cabo Vírgenes se ha posicionado como una marca referente tanto a nivel nacional como internacional en grandes y pequeñas superficies comerciales.

Entre sus principales productos se encuentran los langostino y la cola de gambón austral, siendo el principal productor mundial. En la planta palentina este producto estrella se reprocesa dándole diferentes formatos con valor añadido como el embolsado IQF, pelado, pelado desvenado o easy peel, este último muy demandado en mercados de origen anglosajón. 

También almacenan y comercializan carabineros, cigalas, bogavantes, calamar argentino, merluza argentina, otro tipo de calamares, vieira, pulpos importados de Marruecos y otros tantos productos pesqueros.

VALOR AÑADIDO. «En la nueva nave en unos meses se complementará la oferta de la empresa con productos de valor añadido y formatos de packaging más novedosos, con fuerte demanda en el mercado tras hacer una  fuerte inversión en maquinaria e instalaciones de vanguardia. Así se permitirá incrementar el almacenamiento, mejorando las líneas de embolsado y aumentar la capacidad de producción actual para poder incorporar nuevas líneas de productos de quinta gama. En este ámbito está por ejemplo el carpaccio de gambón y otras variedades para la preparación de coctels», añadió Daniel de Nicolás.

En la década de existencia de Cabo Vírgenes se ha producido una constante evolución en todos los ámbitos, caso de resultados económicos y financieros, infraestructuras fabriles, gama de productos y mercados a los que exporta, equipo humano y certificaciones de calidad. De hecho, se ha consolidado en el sector de los productos del mar congelados a nivel nacional e internacional, situándose en el puesto 34º del ranking de empresas de este tipo, según la revista Alimarket.

De hecho, el aumento de la facturación se ha multiplicado por 13 en diez años con una tasa de crecimiento anual media del 38%. Tal y como refleja el último informe de gestión realizado por la compañía, la facturación en 2021 ascendió a 48,64 millones de euros. En tiempos duros de pandemia e incertidumbre en el mercado, la apuesta empresarial es muy firme y se ha intentado en todo abastecer al cliente en los hogares. Pese a esa etapa dura en las empresas, los números no han dejado de crecer en positivo en Cabo Vírgenes, ya que el primer año de vida (2012) la facturación llegó a las 3,6 millones de euros y 2020 se cerró con unas ventas globales cercanas a los 40 millones de euros.

El langostino o gambón austral procesado en la planta palentina se exporta de forma habitual a 33 países de los cinco continentes -aunque puntualmente se llega a 70 países- y son más de 1.000 los clientes que respaldan la corta trayectoria de la empresa. Las instalaciones tienen 25.000 metros cuadrados de cámaras de refrigerado y se ampliarán en breve al concluir las obras de la nueva nave.