Banderas, un 60 cumpleaños frustrado por la COVID-19

Agencias
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El actor celebra sus seis décadas de vida en su Málaga natal, confinado tras su positivo por coronavirus e inmerso como siempre en 1.000 proyectos que hacen de su apego al trabajo toda una seña de identidad

Antonio Banderas, incansable a los 60 años

Sexy, brillante, divertido, malagueño por los cuatro costados, familiar, cariñoso, trabajador, muy trabajador, cabezota, a veces, gafe, y único. Todas esas palabras, y algunas más, llevan cuatro décadas acompañando cada aventura profesional de Antonio Banderas, El Zorro y el cofrade, que hoy cumple 60 años y que ha anunciado que pasará confinado tras anunciar a través de sus redes sociales que ha dado positivo por coronavirus, si bien ha explicado que se encuentra "relativamente bien" y espera "recuperarse lo antes posible".

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Un saludo a todos. Quiero hacer público que hoy, 10 de Agosto, me veo obligado a celebrar mi 60 cumpleaños siguiendo cuarentena al haber dado positivo de la enfermedad COVID-19, causada por el coronavirus. Me gustaría añadir que me encuentro relativamente bien, solo un poco más cansado de lo habitual y confiado en recuperarme lo antes posible siguiendo las indicaciones médicas que espero me permitan superar el proceso infeccioso que sufro y que a tantas personas está afectando alrededor del planeta. Aprovecharé este aislamiento para leer, escribir, descansar y seguir haciendo planes para comenzar a darle significado a mis recién estrenados 60 años a los cuales llego cargado de ganas y de ilusión. Un fuerte abrazo a todos. Antonio Banderas.

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Desde su primera película, Laberinto de pasiones (1982), ha rodado más de 100 largos y cortometrajes, ha dirigido dos (Locos en Alabama, 1999, y El camino de los ingleses, 2006), producido otros nueve -tres de ellos, cintas de animación desde Green Moon- y ha protagonizado cientos de anuncios, desde el de Freixenet a los de sus propias fragancias.

Su imagen es sinónimo de prestigio, y de rentabilidad. Y siempre ha sido así. En 1996, cobró cuatro millones de dólares por Evita y en 2001, 12 por El cuerpo. Son solo dos cifras que se conocen (los artistas no suelen publicar sus nóminas), pero dan una idea de su caché.

Hay que recordar una de las particularidades de Banderas, su decisión de invertir en España el dinero ganado en sus proyectos internacionales, desde propiedades inmobiliarias a una bodega, una empresa de alquiler de barcos, restaurantes, su aceite Patio de Banderas, o su teatro, entre otros. Y, por supuesto, en cine, teatro o páginas web para artistas, como Vibuk.

Su primera película como director fue Crazy in Alabama, rodada en inglés, que protagonizaba su entonces esposa, Melanie Griffith, pero la crítica le suspendió (4,5 sobre 10 en Rotten Tomatoes) y a la segunda, Filmaffinity le dio un 5,2, raspando el aprobado, aunque El camino de los ingleses consiguió nominaciones en los Goya y en la Berlinale.

Su último proyecto personal en el cine no lo dirigió, pero sí lo protagonizó. Con Autómata, sufrió una gran decepción. La cinta de Gabe Ibáñez le gustaba, y creyó en ella, pero tampoco tuvo el apoyo que esperaba.

De seis veces que ha podido ganar un Goya, solo lo consiguió con Dolor y gloria, la película que le ha resarcido de todos los premios que no le han dado, aunque sí tiene un Goya de Honor, que dedicó emocionado a su hija Stella del Carmen, por las horas que no había podido pasar con ella a causa del trabajo.

 

Los mejores directores

Carlos Saura, Rafael Monleón, Fernando Colomo, Montxo Armendáriz, Félix Rotaeta, Gerardo Vera, José Luis García Sánchez y, por supuesto, Pedro Almodóvar, le dirigieron en cintas que el público español recuerda: La corte de faraón, Los zancos, Baton Rouge, Bajarse al moro... Pero la lista de directores internacionales no es más pequeña: con Arne Glimcher hizo Los reyes del mambo tocan canciones de amor, donde canta y toca la trompeta; con Billi August, Jeremy Irons y Meryl Streep, La casa de los espíritus; con Johnathan Demme y Tom Hanks, Filadelfia, y la maravillosa Entrevista con el vampiro con Neil Jordan, Brad Pitt y Tom Cruise.

Todas estas películas las hizo entre 1992 y 1994, y eso que llegó a EEUU en 1991 sin saber inglés. Pero a partir de 1995, su popularidad creció, hasta que un año después rodó uno de sus trabajos más emblemáticos a nivel mundial: La máscara del zorro, una cinta que recaudó más de 250 millones de euros. Este proyecto le abrió un universo nuevo a uno de los hombres vivos más sexys: el cine familiar. Y rodó la saga Spy kids y se convirtió en el gato con botas de Shrek

En menos de 10 años, estos últimos, Banderas ha conseguido llegar a muchas de las metas que perseguía; quienes le conocen, hablan de la positiva influencia de su nueva pareja, la empresaria alemana Nicole Kimbel, nacida en 1980.

Sufrió un infarto en 2017, del que se ha repuesto totalmente, y, después de comprar su teatro en el Soho de Málaga y embarcarse en uno de los proyectos más costosos de su vida, su musical A Chorus Line, llegó la pandemia. Y se reinventó otra vez. Con su amiga María Casado montó una productora de televisión de la que se sabe que organizará la gala de los Goya 2021, con él mismo de presentador.

Y así celebra sus 60 años, otra vez lanzándose al vacío, como cuando a los 19 salió de Málaga con 15.000 pesetas en el bolsillo y los ojos más chispeantes del cine español.