La industria agroalimentaria es, indiscutiblemente, el motor económico de la provincia junto a la automoción. Un sector que tiene como principal referente a Galletas Gullón, consolidada a lo largo de sus trece décadas de historia como uno de los pilares de desarrollo en la Montaña Palentina (como en su día lo fueron las minas de carbón en toda la cuenca, el sector electroquímico con Explosivos en Guardo o la producción de energía eléctrica con la central térmica de Velilla del Río Carrión) y generador de empleo, no solo en la provincia sino también en territorios vecinos como Cantabria y Burgos.
Y lo ha hecho gracias a que la empresa ha sabido evolucionar a tiempo para adaptarse a los gustos cambiantes de una sociedad que tiene en esta marca uno de los grandes referentes del mercado, hasta el punto de convertirla en la galletera líder de Europa, con presencia en más de 120 países de todo el globo terráqueo. Una clara vocación internacional con apego al territorio, impulsando la transformación social y económica del municipio aguilarense y de toda la comarca norteña por extensión.
La evolución a lo largo de sus 130 años de presencia viva en Aguilar de Campo (celebración en la que está inmersa la compañía este 2022) ha sido imparable. Poniendo el foco en lo que va de siglo, Gullón ha sextuplicado el número de empleados, con 1.800 en la actualidad frente a los 303 de hace 22 años. En 2010 eran 789 y la barrera del millar se superó en 2016, con 1.250.
En cuanto a la facturación, se ha multiplicado por ocho, pasando de 51,9 millones de euros en 2000 a 419 (datos del ejercicio 2021). En 2005 ascendía a 102,9 millones de euros, en 2010 anotaron 175,2 y 206,5 en 2015. La inversión total en este siglo supera los 700 millones de euros: 75 millones en el período 2001-2005, 118 (2006-2010), 70 (2011-2015), 145 (2016-2018) y 195 entre 2019 y 2022.
El éxito de esta estrategia empresarial se evidencia en los resultados económicos de la galletera, que en 2021 volvieron a superar los del ejercicio previo. Es más, la compañía ha visto incrementadas sus ventas en más de un 600 por ciento en 20 años y consolida, de este modo, su modelo de negocio durante la crisis sanitaria provocada por la covid-19.
«Desde hace más de diez años, nuestra política de reinversión de beneficios nos está permitiendo desarrollar un ambicioso proyecto industrial, evitando así el endeudamiento y garantizando un fortalecimiento de la compañía a nivel financiero», señala la presidenta de la galletera, Lourdes Gullón. Sin embargo, la máxima responsable de la firma sostiene que lo más reseñable es que el beneficio se extrapola a áreas estratégicas y decisivas para la empresa como «la creación de empleo de calidad, la internacionalización, la innovación en los productos y el compromiso con la sociedad».
De esta manera, la creación de valor, gracias a la apuesta continua por el I+D+i, ha permitido a la sociedad batir todos los años récords de facturación hasta superar los ya mencionados 419 millones de euros el año pasado. «La fortaleza y la resiliencia de Galletas Gullón, unidas a la profesionalidad y responsabilidad de nuestros trabajadores y nuestras punteras fábricas de Gullón y VIDA, nos ha permitido mantener nuestro nivel productivo durante la pandemia y el abastecimiento de la población», sostiene la presidenta de la galletera.
Esta meteórica evolución también la ha experimentado en sus propias carnes Juan Miguel Martínez Gabaldón, consejero delegado y director general de Gullón. Él ha sido testigo de primer orden de cómo la factoría pasó de los procesos manuales a la automatización, y es que la innovación y la mejora continua de instalaciones y procesos productivos va y ha ido siempre en el ADN de la firma aguilarense.
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