Mariposas

Fernando Pastor
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/ Cerrato insólito

Mariposas

En el monte Retortillo de Cobos de Cerrato existe uno de los mejores y más antiguos enebrales de Europa. La madera de enebro es muy resistente a la humedad, lo que propició su uso para la construcción de viviendas, puertas de bodegas, cimientos y pilares para los puentes (cuando aún no pasaban por ellos camiones pesados), etc.

Los pájaros, comiendo las semillas de los enebros y luego expandiéndolas al defecarlas, propician una repoblación rápida y de calidad.

Una leyenda dice que los ataúdes de los abades de los monasterios medievales se hacían con madera de enebro, y esa era la razón por la que los cadáveres permanecían siglos incorruptos. También servían para perfumar con su buen olor las criptas de los monasterios.

Esta flora, junto con la variedad de ecosistemas existente en Cobos (hay rivera, monte, páramo…) y clima y altitud propicios, aportan una gran biodiversidad que hace que la comarca sea muy prolífica en plantas medicinales y en mariposas. Ello ha influido en que dos hermanos de Cobos, Lucía y Rafael Cítores, se hayan interesado por estos temas.

Rafael, médico intensivista, responsable de la UVI del Hospital Clínico Universitario y profesor de la Facultad de Medicina de Valladolid, es además entomólogo, especialidad lepidopterología, y agregado de la Unesco para toda Europa en el tema de las mariposas. Viaja por todo el mundo clasificando las colecciones de mariposas que poseen los diferentes países. Él mismo tiene la más importe colección de Europa, formada por cientos de miles de mariposas diferentes capturadas por todo el mundo, colección que es una referencia para los investigadores. 

Ha creado una fundación que facilita realizar exposiciones, escribir libros e informes sobre el tema, crear un Instituto Entomológico Ibérico, impartir conferencias, etc., y ha asesorado a la Junta de Castilla y León en el tema de plaga, etc. 

Rafael comenzó a capturar mariposas con tan solo 8 años. Le miraban raro, ya que se le veía con un cazamariposas y un detector de metales por si encontraba otras cosas. Ha localizado monedas antiguas, plantas singulares, fósiles y hasta una veta de terreno del jurásico.

Encontró en Cobos una mariposa con tres antenas, algo que no ha visto en ningún sitio del mundo, y que puede deberse a una aberración debida a la contaminación ambiental por pesticidas e insecticidas.

También encontró en su pueblo una mariposa que se creía extinguida en la península Ibérica desde 1957, por lo que se publicó en una revista científica y se creó mucha expectación, lo que hizo que Cobos figure en la literatura científica. Sin embargo los propios vecinos no fueron conscientes de la importancia del hallazgo y le dijeron «vaya birria, si no es más que un mosquito». 

Mucha gente de diversas partes del mundo acudió a Cobos interesada por estos hallazgos. Pero cuando preguntaban donde ver a la Vanesa Talanta, los lugareños, que no estaban al tanto del nombre científico de la especie descubierta, respondían «aquí no vive ninguna Vanesa».

Dado que la inmensa mayoría de las mariposas son nocturnas (polillas se les llama), por las noches iba a los pueblos de alrededor con un palo extensible y una linterna mirando por las farolas, o al monte con trampas de luz.

Con este sistema llegó una noche de verano a la dehesa Valverde, en Antigüedad. Con la batería de la moto alimentó una enorme luz azul ultravioleta fluorescente que fue instantáneamente observada desde el pueblo sin saber de qué se trataba. Solo veían un resplandor azul que iluminaba todo el monte y una sombra que se movía de lado a lado. La intriga entre los vecinos hizo que dos chicos emprendieran la subida al monte para ver de qué se trataba, aunque el miedo provocó que según se aproximaban recularan varias veces mientras Rafael les observaba sentado oculto por una encina. Se volvieron al pueblo sin haber llegado a acercarse a la luz, pero al poco tiempo volvieron al monte con refuerzos: cinco y en coche. Así sí se atrevieron a acercarse a la luz. Rafael salió de entre las encinas, dándoles un gran susto.

Aclarado todo, los chicos explicaron a Rafael que estaba todo el pueblo reunido en el bar especulando si sería un dispositivo de los militares, algún artefacto radiactivo o incluso extraterrestres, y les encomendaron a ellos subir al monte a ver.

Otras veces la luz es de vapor de mercurio o de sodio, o una luz negra. Las mariposas se guían por los campos magnéticos y por la luna, por lo que son atraídas por toda luz que simule a este satélite: dan vueltas alrededor hasta posarse, lo que aprovecha Rafael para cogerlas, apretarlas y meterlas en un sobre o en vapores de acetato o de éter. 

A veces por la noche ponía sábanas, por lo que en algunos pueblos pensaron que se trataba de posibles ritos fantasmagóricos. 

Rafael ha recorrido muchos países, en busca de ejemplares exóticos. 

En Cabo Verde llegó a un poblado cuyos habitantes le miraban sorprendidos sacar el cazamariposas. Pensaban que se habría perdido, pues los turistas van a otra isla. Cuando le vieron cazar una mariposa no pudieron contener la risa. Los niños negritos se arremolinaron a su alrededor y le siguieron cuando emprendió la marcha.

El cambio climático está disminuyendo la biodiversidad de estos insectos, que apenas tienen capacidad de adaptación y tendrían que emigrar lejos del Cerrato, hacia zonas de más altitud. También les está provocando malformaciones genéticas.

Por ello Rafael Cítores quiere crear en el Cerrato un PBA (una zona de especial protección de mariposas) que preserve las especies emblemáticas de la zona. También pretende poner en marcha un Instituto Entomológico Nacional.